TU PRESENCIA [Sin Editar]

Capítulo 26

Estoy 100% segura de algo. Nunca seré novia de Tomas. Es lindo pero su personalidad no va con la mía. Es un chico malo, y yo soy una chica normal, él a tenido muchas chicas a la vez y yo no e estado con nadie. Sería muy loco que me enamorase de él y no de Josua.

Josua es todo lo contrario a Tomas. Es caballero, lo cuál honestamente aburre un poco. No a tenido muchas novias. Es cariñoso y también desea estar conmigo.

¿Pero saben que pasa cuando dos chicos así se pelean por ti? Tomas una mala decisión.

Espero que no sea mi caso, porque si e evitado el romance es por una razón, no sufrir, y optar por Tomas sería optar por sufrir estoy segura.

Lo que pasa es que Josua no me atrae por completo. No sé porque razón hay algo en él que lo arruina todo.

Tomas Griffin

Hola, ¿quieres ir por un café?

Desde que acepté salir con él aquella noche, no a dejado de insistir en repetirlo.

Yo

Hoy tengo mucho trabajo lo siento.

Espero que no siga insistiendo, no quiero ser cruel con él.

Tomas Griffin

Ya le pedí permiso a mi padre, sales del trabajo a las doce, ¿hoy es miércoles no?, no tienes extra ;).

¿Pide permiso sin antes preguntarme a mi?, es tan exigente que me dan ganas de darle una paliza.

Yo

Salgo a la una por horario, y no, no iré contigo.

Tomas Griffin

Doce, por mi. Y si irás, porque ya estoy afuera.

¿Que?.

Incrédula corrí para ver por la ventana, y allí estaba apoyado en su auto mirando a mi ventana con esa sonrisa seductora.

Yo

Sólo por esta vez, ni creas que sucederá de nuevo.

No esperé que respondiera, me dirigí a la oficina de mi jefe.

- ¿Dejaste que saliera temprano?- pregunté con desconfianza.

- Claro que sí, quizás así no haya necesidad de que seas su novia falsa, porqué no una real- dijo añadiendo un guiño.

- Dios ustedes juegan para el mismo bando- dije rodando mis ojos.

- A fin de cuentas es mi hijo- dijo encogiéndose de hombros y yo reí negando con mi cabeza. su rostro se tornó serio antes de decir algo más- le gustas mucho, Kayla.

No dije nada ante sus palabras. ¿Porque tiene que decir eso para ganarme, acaso me cree tonta?.

- Oh por favor, a ese chico no es posible que le guste alguien- reí irónica.

- No sabes nada de él además de lo poco que leíste de esas hojas, él es un chico muy duro en cuanto a sentimientos, a estado con chicas, sí, pero nunca se a enamorado- explicó convencido.

- No me mientas Griffin- no podía creerle.

- No lo hago- negó frunciendo el ceño- no soy tonto, se que aún si sabes esto es posible que no le des una oportunidad. Lo digo para que tengas cuidado al juzgarlo- dijo sin ninguna vacilación en su voz.

- De acuerdo- acepté dudosa.

Me parece que ésta vez habla enserio.

Salí de su oficina no sin antes despedirme amablemente. Quería mucho a Tomas, aunque era insoportable la mayoría del tiempo, aún así... no dejo de pensar en lo que Griffin me dijo. ¿Que le gusto mucho?, seguro que sólo son suposiciones suyas, y si así fuera, ¿que habrá hecho que llegara a esa conclusión?.

- Vaya, que sorpresa- dijo fingiendo asombro al verme.

- Si, vaya sorpresa- dije irónica.

Él rió antes de contestar- no tienes ni idea- dijo mientras abría la puerta de su auto.

No pregunté a qué se refería, no le di importancia. Mientras él daba la vuelta para entrar al auto, un mensaje llegó a su móvil. Miré por instinto su teléfono, decía.

Amanda

¡Hey que tal!, quería preguntar si querías salir hoy, ya sabes, como en los viejos tiempos.

Conque por los viejos tiempos eh. De nuevo volví a sentirme tonta por estar en este auto con él. ¿Me veré igual de patética que todas las otras chicas?.

- ¿Todo bien?- preguntó antes de tomar su teléfono.

- Si, descuida- respondí escindiendo lo incómoda que me sentía.

Cuando miró su móvil no hubo ningún gesto de emoción ni desagrado, solamente apagó su teléfono y arrancó el auto. Eso fue... ¿lindo?, nose como calificar esa acción.

- ¿Sabes adonde vamos?- preguntó.

- ¿Al parque?.

- De...- esperó a que completara su frase.

- ¿Atracciones?- pregunté con cierta emoción.

- Vaya señorita Oconor, adivinas rápido- dijo con su típica sonrisa seductora.

No dije nada el resto del camino, me dispuse a escuchar la música que él puso atreves de su móvil. Tiene buen gusto cabe admitir, le va con su personalidad y físico.

Él compró el pase especial, así que no teníamos que preocuparnos por comprar boletos cada vez que quisiéramos montarnos.

- ¿Alguna vez has venido aquí?- preguntó.

- Oh vamos, quien no lo a hecho- dije con una sonrisa. Él no dijo nada, sólo me miró, así que llegué a una sorprendente conclusión- ¡nunca has venido aquí!- dije sorprendida.

- Bueno, no- rascó su nuca incómodo.

- Vale, no importa. Hoy conocerás la tortura constante- dije tomando su mano para llevarlo al primer juego mecánico.

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- ¡Eso fue genial!- dijo cuando bajamos del octavo juego al que subíamos.

- Losé lose- di pequeños brincos.

¿Nunca mencioné que amaba venir al parque de atracciones?. Bueno, ahora lo saben. Esto me pone de buen humor.

- Oye...- dijo mirando detrás de mi- ¿te atreves a entrar ahí?- me retó. No necesitaba voltearme para saber que se trataba de la casa del terror. Conocía éste parque como a mi propio cuerpo.

- Creí que hacia ahí ibamos- dije aceptando su reto.

Entramos al lugar, éramos los últimos, así que no sabía si sentirme segura por no llevarme la sorpresa de primero o en riesgo porque alguien me tome por atrás. Me di un par de sustos allí dentro y apenas ibamos por la mitad.

Por más asustada que esté, no me lanzaré sobre...

- ¡Alejate!- grité entrando en pánico. Cuando me di cuenta, ya estaba sobre Tomas.

Él alzó una ceja coqueto- ¿arrepintiendote de estar aquí?- preguntó con una sonrisa.

- No- mentí.

- Yo tampoco- dijo mientras clavaba sus ojos en los míos. Mi piel se erizó y mi corazón se aceleró. Me quedé congelada viendo cómo se acercaba a mi. Esperen... ¡yo soy quién me acerco a él!.