Encuentro agrio
Ayer fue un día de confusión y decisiones. La mía fue que acepto dentro de mi que ahora soy una de esas personas que luego de volverse vulnerables aceptan enamorarse.
Tomas comienza a gustarme más de lo que me quiero permitir y no sé como detenerlo y tampoco si quieto hacerlo.
Confieso que tengo algo de miedo de salir herida, aunque él me a demostrado no ser lo que antes aparentaba.
Hoy trabajo de siete a una de la tarde por horario. Así que mis planes hasta ahora son ir a cuidar de Grenda luego del trabajo, y además, llamar a Jhon por lo del apartamento.
- Señor Griffin- dije entrando a su oficina luego de que él me dijera "adelante".
- Diga señorita Oconor- respondió mientras miraba su teléfono.
- Sólo quería disculparme por lo de su hijo- dije honesta. Me miró sorprendido- le juzgué mal, tenía razón. Él es más de lo que mis ojos veían.
- Te contó sobre Jannet no es verdad.
- Si- dije mirando mis manos apenada.
- Sabía que le gustabas, pero no cuánto- admitió con una sonrisa. Yo me sonroje por su comentario.
La conversación comenzaba a tener otra dirección así que decidí que ya era hora de irme.
- Sólo quería disculparme, ya debo irme- dije con respeto y abrí la puerta para irme.
- Kayla- dijo antes de que yo saliera- gracias por darle la oportunidad, le hará bien estar con una chica como tú.
Lo miré conmovida y asentí con la cabeza en agradecimiento.
De camino a casa pasé por unas flores para Grenda y mientras las compraba, algo llamó mi atención.
- Aquí tiene- dijo la chica entregándome las flores moradas.
- Gracias- dije aún mirando hacia aquella chica.
Le entregué el dinero y caminé hasta ella. Toqué su hombro para que se volteara, y sin decir nada, lo hizo.
- Vaya, ¿me extrañaste?- dijo con una sonrisa.
Estaba asustada, me limité a mirarla sin comprender lo que sucedía.- ¿Que haces aquí?- pregunté cortante.
- Yo también me alegro de verte... En realidad no. ¿Que a pasado con tu vida, te has vuelto menos inútil?.
- Pagaron tu fianza- dije segura. ¿Pero quién haría eso?.
- Estoy mejor ahora, no quiero ver a tu padre así que aunque también me desprecies, sólo hazme éste único favor, no le digas que ya salí de la cárcel.
Reí amargamente por su comentario. Ella aún no sabe que él ya murió.
Ella me miró con el entrecejo fruncido por mi actitud.
- Debiste quedarte ahí dentro- respondí con odio-. No será necesario que me pidas eso, él ya no está aquí para ver tu desgracia.
Una parte de lo que dije pareció dolerle y no me sentí nada bien. Quizás que mi padre murió o que ella era un desastre a sus ojos.
Ella se fue de mi vista y le seguí con la misma hasta que no le vi más. Es raro cómo ella aún después de haber estado en la cárcel no a cambiado ni un poco.
No quería lastimarla igual que ella hizo conmigo, pero es inevitable no sentirme enojada con ella. Nunca a sido una madre para mi y honestamente, nunca esperé o quise que lo fuera, al fin y al cabo tenía a mi padre. Aunque ahora lo perdí, ya no estoy en edad de depender de otras personas.
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TU PRESENCIA [Sin Editar]
Teen FictionMuchas cosas alrededor de mi vida han construido mi persona, no soy igual que las demás chicas de 19 años, que su mayor deseo es enamorarse y casarse. El mío es trabajar y ser independiente. Tengo un trabajo de medio tiempo, lo que implica 6 horas...