Capítulo 40

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California

Estaba en mi habitación preparando todo, mi pecho dolía más de lo que podía resistir.

Limpié mis lágrimas y continué alistando todo para irme a California al otro día por la mañana.

No podía dejar de pensar en Tomas, me sentía culpable y una mala persona. Tuve miedo y no supe que hacer. No estoy segura de si tomé la decisión correcto.

Me senté en mi cama y tomé el teléfono para llamar a Grenda. Ella respondió de inmediato.

- Hola mi niña.

- Grenda creo que cometí un grave error.

- ¿Nena estás llorando?.

- Fui con Tomas a tomar un café para saber como había ido todo con Josua. Entonces una cosa llevó a la otra y él quiso que fuéramos a ese lugar que no recuerdo el nombre y dijo que me amaba y luego intentó besarme y yo...

- Nena tranquila, has dicho cinco palabras por segundo. ¿Te besó?.

Tardé unos segundos en responder para tomar aire.

- Intentó hacerlo y no lo permití.

- ¿Como te sentiste cuando te dijo que te amaba?.

- Feliz, creo. Sí, bastante bien.

- ¿Y cuando lo rechazaste?.

- Mal Grenda, terriblemente mal.

- ¿Lo amas?.

- No lo sé Grenda...

- Hablame de Josua, cuando él te dijo que le gustabas y también quizo besarte.

- Me sentí insegura igual. Pero también quería hacerlo, o eso creo. ¡Grenda esto me está matando!.

- Lo se mi niña, pero debes enfrentarlo. Primero tienes que aceptar que de una u otra manera le romperás el corazón a uno de ellos. Ahora escucha bien, los dos te aman y lo sabes. Debes centrarte en con quién te sientes mejor, con el que menos dudas tengas.

- Es difícil, en los dos casos dudé- dije molesta.

Odio estar en ésta posición, ¿ya lo había dicho?.

- ¿Te imaginas llegando a vieja al lado de Josua?.

- Grenda eso es raro, ¿estudiaste psicología?.

- Vamos Kayla sólo quiero ayudarte.

- Bien...- dije rendida. Intenté imaginar esa escena y me pareció raro. Como si no calzara.

- ¿Estas ahí?- preguntó por mi tardanza.

- No calza Grenda, Josua es muy feo de viejo.

- Kayla debes concentrarte.

- Creo que si, él es muy bueno conmigo y me hace galletas para luego llevarlas a la cama y despertarme.

TU PRESENCIA [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora