Capítulo 14. Gran secreto.

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POCHÉ.

-¿Tú que haces aquí?-le preguntó Pau a la persona que estaba parada en la puerta-¿Sabes que es malo escuchar conversaciones ajenas?- se cruzó de brazos.
Una punzada en mi pecho se hizo presente, la preocupación en mí aumentaba cada vez más y no sabía si era buena idea que más personas supieran lo que acababa de pasar.
La persona tras la puerta me quedó mirando de arriba a abajo, no lo conocía y al igual que Paula, no tenía conocimiento del porque estaba aquí.

-Poché...- miré a Paula, me apuntó y baje mi mirada.

¡Mierda!
No había caído en cuenta que estaba media vestida, los jeans a la altura de las rodillas y sin camiseta. Subí rápidamente los jeans para abrocharlos a la altura de mi caderas, tomé la camiseta que me había tendido Paula hace un rato para deslizarla por mis brazos y terminar completamente vestida.

-Poché, él es Saak- dijo Pau presentándome al chico, el entro a la habitación cerrando la puerta, solo le susurré un hola a lo que él se acercó a mí y me abrazó.

-¡Hola Poché!- dijo emocionado, no entendía el por que. Solté una risa nerviosa- ¿Y me dirán que pasó?- Paula y yo nos miramos cómplices. Debido a la interrupción, no había tenido la oportunidad de escuchar la opinión de la castaña sobre aquella situación.

-No es de tu interés- habló Paula- Saakito, por que mejor no vas a ver si ya puso la marrana- reí mientras Pau sacaba a Saak a la fuerza.
El chico realizaba una fuerza aún mayor que la castaña, logrando volver a su posición inicial. Pasó uno de sus brazos por encima de mi hombro con una sonrisa victoriosa asomada en su rostro. No me incomodaba que estuviera en esa posición, aunque nos acabábamos de conocer hace menos de dos minutos, desparramaba simpatía que hacía que me diera cierta confianza.
Por un momento había olvidado la situación en la que estaba comprometida y anhelaba que Saak no volviera a preguntar por lo que acababa de escuchar. No quería darle explicaciones a él ni mucho menos ponerlo en una situación de aprietos con Daniela. Paula, en cambio, era su mejor amiga y estoy completamente segura que ella sabrá que hacer en un momento como este, ¿Quién mejor que ella que conocía a Daniela como la palma de su mano?

-Vamos Pau, ¿Acaso eres capaz de ocultarle un secreto a tu gran amigo Saak?- dijo con un tono de broma causando que otra sonrisa se asomara en mis labios. La castaña rodeó los ojos- ¿Quiénes se besaron?- Habló haciendo que un peso grande que contenía en mi pecho se desvaneciera. Por un momento pensé que había logrado escuchar el nombre de al menos uno de los dos, pero al parecer no tenía ni la menor idea de lo que hablábamos.

-Daniela y Mario se besaron- solté lo primero coherente que pasó por mi cabeza mientras Pau tomaba lugar al frente de mí.

-Pues obvio tontita, son novios- habló. Su tono humorístico era impresionante, nunca había conocido a una persona que derroche felicidad en todo momento y eso era agradable- Pochosaurus...- dijo- ¿Te molesta que te diga así?- Negué con la cabeza en modo de respuesta ¿Pochosaurus? Nunca nadie me había llamado de otra forma que no fuera Poché o María José, pero ese apodo si me sorprendió, sumándole que era muy original- Pues, Daniela y Mario son novios, son tan shipeables-dijo muy emocionado recalcando lo antes mencionado.

Ya me había quedado más que claro que eran novios desde el momento que la vi salir de esta habitación para correr a sus brazos y plantarle un beso, y también me había quedado más que claro que Daniela no estaba para nada disponible, ni mucho menos para mí. Su actitud arrogante me atraía, vaya que me atraía.

-Lo siento, no lo sabía-medio sonreí tratando de disimular mi mentira, agradezco que se me dé muy bien eso. Miré a Paula, la cual traía la mirada perdida en el piso.
Tal vez fue un error meterla en este lío. ¿Será que de verdad debí callarlo?

La Chica Del 269 | Caché (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora