Capítulo 82. No es correcto.

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— días después —

CALLE.

PARA: MIA😍💕🐣
TE EXTRAÑO TANTO, TANTO, TANTO
¿YA LLEGAS?

Apreté el botón de enviar con una sonrisa en mi rostro, estaba tan ansiosa por ver a Poché el día de hoy. En los últimos días nos hemos visto muy poco, demasiado poco para mi gusto, siempre había un percance que nos impedía pasar un momento a solas, desde falta de tiempo hasta inconvenientes con la loca esa.

No lo negaba, me ponía de mal humor, no sabía como había sido capaz de aceptar algo así sabiendo lo celosa que puedo llegar a ser a veces, pero no encontraba otra opción hasta que Poché se digne a terminar con ese bicho.

Aún no entendía porque le estaba costando tanto, muchas veces pensé que de verdad sentía cosas más fuertes por Barbara que por mí y por eso no la terminaba, pero al estar ella conmigo, me hacía olvidar todos esos malos pensamientos de mi cabeza.

Por otro lado, el problema que originó todo aún no estaba resuelto al cien por ciento, no me había tomado la molestia de encarar a la que planeó todo esto, quería hacerlo en persona, no por teléfono porque sabía que era capaz de manipular todo.

El día en el que me reencontré con Poché, Kevin no paró de llamar, intentando buscar una explicación coherente para mi decisión de alejarme de él, pero me negué a escucharlo. No quería lidiar con él nunca más; más que dolida, me sentía traicionada, era una de las personas que sabía perfectamente todo lo que pasé cuando Poché se había alejado de mí, él fue mi apoyo, mi contención emocional y enterarme que tuvo algo que ver con todo eso, simplemente no lo podía soportar.

La vibración de mi teléfono me sacó del trance en el que me encontraba, lo tomé inmediatamente para atender la llamada.

*Llamada*

-¡Bebé!- grité emocionada.

-¿Bebé? Woah, las cosas con ese chico van en serio- escuché la voz de mi madre al otro lado de la línea. Maldecí por no haber visto quien llamaba y agradecí no haber dicho el nombre de Poché. Al igual que a Kevin, había estado evitando las llamadas con mi madre, su voz me irritaba de tal manera de querer sacarme las orejas, sobre todo después de lo que me hizo.

A veces desearía que tuviera un poco más de sencillez y fuera capaz de mirar a su hija como una persona con sentimientos y no una cosa con la que puedes presumir con tus amigas.

Porque al fin y al cabo, solo lo hacía para no quedar mal con su grupo social.

Dolía y mucho.

-Hola Mafe- le dije cortante, deseando que ya colgara.

-Daniela, ¿Qué es ese tono con tu madre?- reprochó, rodeé mis ojos.

-¿Qué es lo que quieres, mamá? Estoy demasiado ocupada- solté un suspiro tratando de controlar mis ganas de gritarle un par de cosas indebidas.

-Habíamos quedado en comer hace días con el noviecito que tienes, ¿Aún no regresan de Bogotá?- preguntó algo fastidiada.

-No- contesté- Decidí que me quedaré un tiempo más.

-¿Para qué?- amargó- Deberías venir a ver a tu madre en vez de quedarte vacacionando por ahí- resoplé.

-Es que pensé que luego de un largo año trabajando arduamente, merecía unas vacaciones, ¿No crees?- hablé con un tono brusco de sarcasmo. La ira comenzaba a inundar mi cuerpo lentamente.

-Hija, si quieres vacaciones puedes ir a otros lugares...más turísticos- dijo cambiando la voz completamente, que manera de fingir tiene- Hungría, Berlín o algo así.  

La Chica Del 269 | Caché (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora