Capítulo 58. Terapia reparativa.

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POCHÉ.

-¿Qué?- pregunté frunciendo el ceño ante sus palabras y solté mis manos de las suyas, una punzada se hizo presente dentro de mi cabeza como las de está mañana al despertar, pero esta fue mucho más fuerte. Su rostro hizo una mueca de preocupación, respiró hondo antes de hablar.

-Que me gustas y mucho- habló mirándome directamente a los ojos- Pensé que era obvio- rió suavemente.

-Kathia, yo...

-No- me interrumpió- No quiero que me rechaces o me digas que ya tienes novia cuando ya lo sé- suspiró- Solo quiero que lo sepas y que me perdones.
La miré atenta, no sabía que decir ante sus palabras, estaba muda y las palabras no lograban salir de mi garganta, sin duda me había dejado congelada- ¿Lo pensarás?

-Lo pensaré- fue lo único que pude modular, mi cabeza comenzó a palpitar muy fuerte, estaba doliéndome demasiado.

-Al fin y al cabo, pasaremos mucho tiempo juntas y no quiero que sea incomodo- habló compresiva.

-Lo entiendo.

-Estoy ansiosa por ver como triunfa nuestra campaña- me sonrió por primera vez luego de más de una semana. 

-Sabes perfectamente que es tu campaña- hablé algo dura ignorando mi dolor, ella asintió.

-Espero que algún día puedas considerarla nuestra...- sonrió- De verdad que quedaron sensacionales, sin duda tienes mucho talento para el modelaje.

-Gracias...-fue lo único que pude decir.

-¡Señoritas!- habló el señor Smith entrando a la oficina haciéndome sobresaltar- ¿Están listas para firmar el nuevo contrato?- habló emocionado el señor sentándose adelante de nosotras, no me quedaba de otra más que aceptar.

-Más que lista- habló Kathia, el señor Smith asintió para sacar del mismo maletín dos hojas tamaño carta para tenderlas delante de nosotras junto con unas plumas.
Tomé el papel para comenzar a leer cada punto importante de aquel contrato.

-Les daré tiempo para que lo lean con detenimiento y si tienen alguna consulta, no duden en preguntar- sonrió para tomar su teléfono y comenzar una llamada para salir inmediatamente de la sala, dejándonos solas nuevamente.
Me concentré leyendo cada cláusula, muchas llamaron mi atención, desde que obtendré el 30% de las ganancias de la campaña hasta que tendré que asistir obligatoriamente a cada fiesta y campaña publicitaria inscrita por la marca y estar al lado de Kathia durante todo el tiempo, lo único que me pone contenta es que Calle tendrá que ir igualmente. Lo bueno es que solo es por un año.

-¿Estas de acuerdo?- preguntó Kathia, visualicé su hoja que ya estaba firmada- Con el contrato.

-Si... eso creo- dije para volver mi vista al contrato, ¡Al diablo! Ya no me puedo arrepentir, agarré la pluma y firme sin titubear justamente cuando el señor Smith entró.

-¿Ya firmaron?- sonrió arreglando su traje, ambas asentimos, le estiré mi contrato- Perfecto.

-¿Es todo, señor Smith?- hablé con ganas de irme de este lugar, toque levemente mi frente que estaba algo caliente, lo menos que quiero es enfermarme.

-Sí, solo quiero que sepan que dentro de estos días la campaña saldrá a la luz, les enviaré un correo con la dirección para la fiesta de inauguración- sonrió.

-Okey- asentí- Si me permiten, me retiro- me despedí del señor Smith y salí de esa oficina, fue la situación más incomoda de mi vida. Levanté mi vista y visualicé a mi novia charlando de lo más animada con la peli negra y Paula, no puedo evitar sentir mucha ira al verla cerca de mi novia, no puedo dejarla sola por un momento porque de forma inmediata va la piraña a atacar.

La Chica Del 269 | Caché (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora