La Chica Del 269 | Caché (Terminada)

Capítulo 49. Traición + Problemas.

POCHÉ.

Deje de escuchar las palabras de Calle cuando salí de su habitación para ir a la puerta principal, mi cabeza hervía de rabia, enojo y furia, jamás pensé que la rubia fuera a arruinar todo lo que había avanzado, arruinar todo el trabajo de mi novia, ¿Con qué objetivo? Ni la menor idea.

Sentí la mano de Daniela agarrar mi brazo antes de que pudiera salir de su casa.

-¿A dónde crees que vas?- me dijo nuevamente, la observé de pies a cabeza y pude ver que solo estaba con ropa interior y su camiseta.

-A la casa de Kathia, a aclarar esta mierda- le dije furiosa, me dispuse a ir pero nuevamente me detuvo.

-¡Espera! Es mi trabajo el que arruinó, la que le va a partir la cara soy yo- habló segura y con ira haciendo que me quedara sin palabras, sin decir más se adentró a su habitación a terminar de cambiarse. Por un momento pasó en mi mente ir por mi cuenta y hablar con la rubia pero sé que si lo hago, Calle se pondría aún más furiosa y no me arriesgaré a tener otra pelea con mi novia.

Rendida caminé hasta la habitación para buscar mis pertenencias y a esperar a que Calle este lista.

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Nos bajamos del auto de Calle, tuve que indicarle en donde quedaba la casa de la rubia y eso no le hizo mucha gracia, durante el viaje, Paula no dejaba de llamar pues al parecer le había llegado el mismo email y estaba bastante furiosa, al igual que Calle y yo. En mi cabeza buscaba procesar lo que estaba pasando, jamás creí que una simple ayuda pudiera terminar así, confié en ella, la apoyé, la ayudé, puse en riesgo mi relación con Daniela solo para que pudiera avanzar en su trabajo y ahora arruina todo, es como si todo lo que he vivido desde que llegué a Los Ángeles me fuera arrebatado. Mi relación con Calle es anexa al trabajo que mantenemos ambas y que Kathia lo haya arruinado todo, hace que me dé un coraje enorme.

-Quiero que te calmes, yo hablaré con ella- le dije tratando de calmar a Calle que venía más furiosa que yo.

-¡¿Qué me calme?!- dijo exasperada- ¡Arruinó mi trabajo que tanto me costó conseguir, arruinó los últimos meses de mi vida!- gritó, tomé sus manos para tratar de de tranquilizarla aunque sé que no tendría resultado.

-Amor...- le dije sosteniendo su rostro- ¿Lo arreglaremos, sí?- Calle bufó.

-¡Agh, Maldita perra!- gritó haciéndome sobresaltar- Lo siento bebé, necesitaba sacarlo de mi sistema- dijo nuevamente, la quede mirando.

-Lo arreglaremos- le di un pico en sus labios y entrelacé sus dedos con los míos y nos dispusimos a caminar hasta la puerta de la de Kathia.

Sin pensarlo dos veces, tocamos el timbre e inmediatamente un ladrido se hizo presente, supuse que era Zeus. Estuvo unos cuantos minutos ladrando hasta que el sonido de la puerta abrirse se hizo presente, apreté la mano de Calle para que se calmase, estaba moviéndose ansiosa que me estaba estresando.

-¡Hola Poché!- habló animosa la rubia con Zeus en brazos, estaba solo con un pequeño short de seda con una camisa que dejaba al descubierto algo más de lo que quisiera ver- Ah, Calle, ¿Cómo están?- preguntó.

-¡¿Qué mierda te...- empezó Calle pero la interrumpí.

-¿Podemos hablar?- le dije conteniéndome, la ira poco a poco se apoderaba de mi cuerpo.

-Claro...- dijo confusa, como si no supiera que es lo que estaba pasando, abrió la puerta para dejarnos entrar a su casa, entré seguida de Calle sin soltar su mano, nos guió al sofá pero ninguna se sentó, solo nos quedamos paradas al frente de él, hasta el momento estaba siendo todo muy civilizado- ¿De qué quieren hablar?- sonrió apenas, de un momento a otro sentí resonar una gran cachetada, fijé mi vista en Kathia quien se sostenía la mejilla que estaba muy enrojecida, no era necesario adivinar quien le había dado esa cachetada.