La Chica Del 269 | Caché (Terminada)

Capítulo 32. ¿Qué somos?.

POCHÉ.

Nuestra noche se basó en ver y reírnos de las estupideces que hacía o decía Saak, en las bromas de Gabe y sobre los chistes que contaban algunos amigos de Johann. La reunión duró aproximadamente hasta las cuatro de la mañana para mí, mis ojos me pesaban y tenía más ganas de estar arropada en la cama que estar sentada con todos. Mario no se había aparecido en todo el día y no había vuelto a tomar contacto con Camila después del incidente, no dudaría en que estuvieran juntos y me tiene sin cuidado lo que haga o deje de hacer.

No me quejo, hoy fue un día demasiado agotador y la cama me llama a gritos. Calle estaba riéndose junto a Gabe mientras veían algunos vídeos en internet; Pau y Makis estaban de lo más coquetas charlando con unos amigos de Johann que preferí no interrumpir. Me paré de mi asiento con un vaso de alcohol en la mano, tenía la piel erizada debido a que la bata de Daniela no era muy abrigada y el viento comenzaba a helarse más de lo que había pensando,  sin despedirme me dirigí hasta la habitación de Calle, algo en mí decía que si volvía a la habitación de Pau y Makis, mi vecina nuevamente me iría a buscar, preferí ahorrarle el trabajo y venir por mi propia cuenta. Podría acostumbrarme a dormir con ella, es bastante cómodo.

Cerré la puerta tras de mí, inmediatamente el ruidoso sonido de la sala de estar disminuyo notablemente, como estaba descalza no fue necesario quitarme nada, decidí acostarme con la bata de Calle, era bastante cómoda y aunque hayan pasado horas, aun tenía su olor impregnado.

Abrí las mantas de la cama para sentarme en el borde dejando el vaso de alcohol en la mesa de noche y me adentré en esta, preparándome para al fin poder dormir.

-¿Te aburriste?- preguntó Pau mientras me miraba desde la puerta, me sorprendió que me siguiera, pensé que nadie se había dado cuenta que me había ido.

-Estoy muerta- le dije mientras hacía descansar mi cabeza en la cómoda almohada, ella entró y se lanzó a mi lado por encima de las mantas.

-Me sorprendió bastante lo de Calle y tú- dijo provocando que frunciera el ceño.

-¿Lo de Calle y yo?- pregunte confusa lanzando un gran bostezo.

-Eso que estén juntas...

-No estamos juntas- la interrumpí y sí, era cierto, no estábamos juntas, en este momento de mi vida no sé que cosa éramos Daniela y yo.

-¿Entonces qué son?- preguntó.

-No tengo la menor idea- le fui sincera, no he tocado el tema con Dani, ni siquiera se me había cruzado por la cabeza pregúntale que éramos- Solo nos besamos en algunas ocasiones y ya.

-¿Algo así como amigas con derecho?- dijo provocando que soltara una carcajada, siempre me había hecho gracia esa frase "amigos con derecho"

-No- reí- No lo sé, de verdad- volví a acomodarme en la cama. No quería pensar sobre que éramos y enterarme de una respuesta que puede no ser satisfactoria para mis oídos. Sospecho que Calle solo se está dejando llevar por la situación, aún no tengo claro que sentimiento tiene hacía mí y eso me da miedo averiguar.

-Descuida- dijo- A Daniela siempre le ha costado expresar sus sentimientos- se encogió de hombros- Que no te sorprenda si no te dice nada al respecto.

Lo entendía, lo que llevaba en Los Ángeles, había logrado conocer a Daniela, quizás no profundamente pero si me daba cuenta de algunas actitudes muy características de ella. Pero ahora que Pau sacaba el tema, estoy segura que no dejara de retumbar en mi cabeza hasta aclarar las dudas que se crearon en esta conversación.

-Ahora no podré dormir, gracias- le dije con tono irónico tratando de sonar graciosa, al parecer funcionó pues Pau se rió.

-¿Interrumpo?- preguntó Dani parada en la puerta, no me había dado cuenta de su presencia en ese lugar y desconocía completamente que tanto de la conversación que tuve con Pau haya escuchado.