Capítulo 15. Como en un ring de boxeo.

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CALLE.

-¡SUELTALA POCHÉ!- grité al percatarme lo que estaba haciendo la pitufo azul. Dejé la cámara a un lado para tomar a Poché de la cintura. Era sorprenderte la forma en la que tenía tomada a Camila del cabello. No me asombraría que quedara algo calva luego de esto.
Pero no me lamentaría, sin duda se lo merecía.

-¡SUELTAME!- chilló varias veces Camila, había logrado también agarrar el cabello de la peli azul con una mano mientras que con la otra intentaba alejarla de ella. Que estúpido- ¡ERES UNA SALVAJE!-volvió a chillar.

-¡MALDITA PERRA! ¡ME TIENES CANSADA!- gritaba la pitufo azul. Paula salió rápidamente de la habitación con cara de confusión al mirar aquella escena. Ni siquiera habían pasado cinco minutos y ya mucha de la gente que se encontraba en la casona estaban dentro del lugar observando la pelea, muchos grabando con sus teléfonos mientras que otros murmuraban . Que vergüenza.

-No te quedes allí, ayúdame- le dije desesperada a Paula, Poché aunque sea pequeña tiene bastante fuerza, no lograba separarla de la peli roja por más que intentara.
Paula reaccionó intentando tomar a Camila para alejarla de Poché pero al parecer también era inútil. La forma en la que ambas se tenían agarradas era muy impresionante.

-¡NI EL PERFUME MAS CARO PUEDE QUITARTE EL OLOR A PERRA!- le volvió a gritar Poché. La rabia había consumido su diminuto cuerpo y me estaba volviendo loca.
Insultos iban y venían de ambas partes, Camila logró lanzar un golpe que llego gusto en la mejilla de la peli azul haciendo que está golpeara con más fuerza el abdomen de la otra logrando que saliera un quejido arisco de su boca.

-¡Maldita sea, Poché suéltala!- mis palabras se las llevaba el viento, María José no me hacía caso y se notaba a kilometros que no tenía intención de dejar aquella pelea-¡¿Qué nadie piensa ayudar?!- le grité a las personas a mi alrededor, sin más ninguno prestó ayuda ignorándome por completo.

Gracias, morbosos.

-¡Mi cara!- gritó Camila quejándose y soltando a la peli azul para llevar sus manos a su rostro tapándolo completamente, ese movimiento hizo que Poché se alejará de ella. Su pecho subía y baja rápidamente demostrando cual acelerada estaba su respiración, aun la tenía agarrada de la cintura y de forma refleja la abracé para evitar que se lanzara de nuevo sobre Camila.

-¡¿Qué me hiciste?!- gritó la peli roja mirándose en el espejo, se podía notar desde muy lejos un circulo rojo que rodeaba su ojo izquierdo y un poco de sangre en su labio, además de tener todo su cabello despeinado y maquillaje corrido- Mi cara- comenzó a llorar- Mi labio.
Poché seguía sin emitir palabra alguna, aún mis brazos rodeaban su pequeña cintura y no tenía intención de soltarla.

-¡Lárguense!- grité y en un segundo toda la gente que se encontraba alrededor desapreció como por arte de magia.

-¿Qué rayos pasó aquí?- dijo Paula confundida aún, estaba algo despeinada por intentar separar a las animales que teníamos de modelos y no dudaba que yo estuviera igual que ella.

-Encárgate de Camila- dije sin más, Paula sin rechistar asintió con su cabeza para llevarse a Camila dentro de la habitación, sus quejidos y llantos se escuchaban aún estando en la otra habitación.
La peli azul seguía sin hablar, solté mis brazos de su cintura para poder voltearla y mirar su rostro.
Un rasguño que iba desde su pómulo derecho hasta la barbilla estaba presente, además de un golpe en su pómulo izquierdo que próximamente se transformaría en un moretón. No pude evitar sentir algo de pena por ella, se veía tan indefensa y pequeña que no quería dejarla sola.
Era obvio que todo lo que le había dicho Camila había tenido mucho efecto en ella, tenía poco conocimiento del tema de esa tal Barbara, pero desconocía completamente que Camila fuera su hermana y que Poché había venido a Los Ángeles tras su ruptura.

La Chica Del 269 | Caché (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora