Capítulo 63. Necesitamos descansar.

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Todo el flashback es ANTES del inicio del capítulo anterior.

CALLE.

*Flashback desde el punto de vista de Calle*

-M...Matu- me separé de ella con la respiración agitada, la miré a los ojos con detenimiento, una sonrisa estaba asomada en su rostro, como si no creyese lo que acababa de pasar, sí, la besé y no sé si me había encantado.

-No, no, no te detengas- habló con la intención de volver a juntar nuestros labios pero se lo impedí, esto estaba mal.

-Esto está mal, muy mal- me alejé de ella, mi mente comenzó a colapsar de a poco, la culpabilidad se empezaba a adueñar de mi mente y de mi pecho, ¿Qué hice?

-¿Qué está mal?- preguntó frunciendo el ceño, me alejé inmediatamente de ella, me miró confundida- Calle, ¿Estás bien?- intentó tocar mi hombro pero se lo volví a impedir. En mi mente pasaba los momentos con Poché, todo lo que habíamos vivido juntas y la culpabilidad aumentaba y aumentaba.

-¡No, no, no!- negué con mi cabeza repetidas veces, Matu se acercó a mí y tomó mis hombros mientras comenzaba a zarandearme, la había cagado y no tenía vuelta atrás.

-¡Calle!...- gritó Matu repetidas veces y toda vista se comenzaba a nublarse y a oscurecerse, la silueta de la peli negra se desvanecía en frente de mí pero aún sentía como me zarandeaba con algo de fuerza, comencé a sentir el sudor recorrer mi rostro, mi respiración se volvió pesada y las lágrimas salían de mi rostro, no podía creer lo que había hecho, la había engañado y ella no se merecía esto.

-¿Calle? Linda, ¿Estás bien?- se escuchó de fondo la voz de la peli negra cuando de pronto todo se volvió muy confuso. Abrí mis ojos y lo primero que vi fue el rostro de Matu muy preocupado, me paré de forma inmediata de mi sofá para confirmar que estaba en mi apartamento. Matu no dejaba de verme preocupada, se sentó a mi lado y me tendió un vaso de agua- ¿Estás bien?- preguntó temerosa mientras su mano subía y bajaba por mi espalda, supongo que para darme contención.

De mi boca no salía ninguna palabra, en mi mente solo pasaban los recuerdos de lo que al parecer fue una pesadilla, una terrible pesadilla.

-¿Por qué lloras? ¿Qué estabas soñando?- preguntó la peli negra pero en este momento no era capaz de contestar a ninguna de sus preguntas, tomé un gran trago de agua para poder calmar mis emociones que estaban a flor de piel. Sequé mis lágrimas rápidamente, no entendía el porque había soñado con Matu y de esa forma pero sin duda, no me gustó para nada, me sentía culpable hasta de soñar eso y no podía estar tranquila. Había sentido como si hubiese sido real, como si de verdad hubiese engañado a Poché, era la sensación más horrible del mundo.

-¿Ya te sientes mejor?- volvió a preguntar, tomé una gran bocanada de aire y me giré para verla, en este momento, no la quería cerca de mí. Solo asentí con mi cabeza, intenté calmar mi respiración, normalizarla y hacerme entender que todo no había sido real- ¿Necesitas algo?.

-No...- modulé- Gracias.

-Esta bien... ¿Quieres contarme que pasó?- preguntó comprensiva, todo el ambiente estaba en silencio y fue ahí cuando me pregunté como había entrado la peli negra.

-¿Quién te abrió la puerta?- pregunté con el ceño fruncido.

-Sebastián me abrió y se fue, te encontré acostada aquí y de la nada comenzaste a decir incoherencias y a llorar, me asustaste- habló tranquila, dejé el vaso en la mesa y me centré en ella.

La Chica Del 269 | Caché (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora