Capitulo 3. ¿Quién es mi modelo?

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CALLE

-¡Eres la peor!- gritó exaltado Jordan, mi vecino de 23 años, empapado de pintura roja por la pequeña broma que le acabo de hacer-¡Me largo!
Caminó hacia su apartamento y pegó un portazo que resonó en todo el 5to piso del edificio.
Solo me limite a reír suavemente mientras seguía con la mirada las pisadas rojas esparcidas por todo el suelo dejadas por Jordan.
Mi broma había salido tal y como lo planeé, al fin logré que se fuera, y no, no es por capricho, es simple comodidad. Jordan es de verdad insoportable, siempre buscaba la manera de sacarme de quicio con lo más mínimo, hasta su respiración me fastidiaba. Al principio era muy amable, caballeroso e incluso simpático, hasta creí que tal vez podríamos ser buenos amigos, pero de pronto se volvió extremadamente imbécil, narcisista e idiota y es hay donde empezamos está guerra que obviamente terminaría con uno de los dos yéndose de este lugar.

Y siempre ganaba yo.

No era la primera vez que pasaba, he tenido varios problemas con las personas que viven a mi alrededor. No todas, claro está pero si con la mayoría.

-Danielita, no puedes seguir así- habló el gerente del edificio con cara de preocupación y risa mientras se posicionaba a mi lado- Ya es el 6to en los últimos cuatro meses- se cruzó de brazos y me observo a los ojos fijamente, frunció levemente las cejas y arrugó la nariz.

Oh no, la mirada acusadora no.

Esa mirada que ponía Ed era escalofriante, cada vez que lograba que un inquilino se fuera del apartamento me miraba de esa forma, lograba cohibirme de una manera impresionante a tal punto de planearme si lo que hice fue lo correcto o no, haciendo que me arrepintiera al instante por mis actos. Odiaba ese poder que tenia sobre mi.

A Ed lo conocía desde los 18 años, desde que mi padre me dejó vivir sola con la condición de que fuera en uno de sus "Prestigiados Edificios Calle". Mi padre lo dejó a cargo de mi a partir de ese día.
-Tu padre me dió ordenes claras de no dejar que esto se volviera a repetir- habló con autoridad, rodeé los ojos- Germán ya no sabe que hacer contigo.
-Mi papá no tiene porque enterarse- me encogí de hombros.
-Tu padre te permite que vivas aquí para que te sientas cómoda.
-¡Pero eso intento!- dije- Estar cómoda y la cosa que vivía al frente de mí no me dejaba estar cómoda- sonreí con falsedad.

De pronto nuestra conversación se vió interrumpida por la apertura de la puerta #268 donde salió un Jordan aún manchado de pintura y con unas grandes maletas azul marino en cada mano. Cerró la puerta detrás de él para luego pararse enfrente de mí y Ed.
Le tendió las llaves del apartamento a Ed, quien con seriedad las tomó para guardarlas en su bolsillo del traje gris que llevaba puesto.
-Lamento lo sucedido...- empezó el típico discurso de Ed. A cada inquilino le decía exactamente lo mismo, ya me lo había aprendido de memoria de tantas veces que lo había repetido.

-Espero que algún día pueda encontrar una persona que soporte ser vecina de este ser- dijo mirándome de arriba y abajo con cierto grado de desprecio- Porque yo ya no la aguanto.

-Ni que tu presencia aquí fuera tan grata- me defendí, él solo rodeo los ojos.
-¡Daniela, por favor!- me regaño Ed cual niña pequeña-Lo lamento- miró a Jordan.
-No importa señor Ed- dijo volviendo a tomar firmemente sus maletas para disponerse a marchar- Solo cerciórese que Daniela reciba su dosis diaria de sexo, que al parecer tanto le hace falta para que deje de ser tan amargada.

¡Maldito seas!

-¡¿Qué?!- grité mientras veía que el patán entraba al elevador con una sonrisa triunfadora- ¡A mi no me falta sexo!- volví a gritar haciendo que Ed tosiera de forma brusca mientras ingresaba dentro del elevador junto con Jordan.
-Si llega un consolador a tu puerta, es de mi parte- me guiñó el ojo y justo en ese momento las puertas del elevador se cerraron cuando pensaba responderle.

Idiota.

Me adentré a mi apartamento, cerrando la puerta tras de mi, necesitaba comer algo. Eran las 17:00pm y aún no almorzaba. Tomé mi teléfono para marcarle a Pau, mi mejor amiga, para contarle lo que había sucedido con Jordan.

*Llamada*
-¡Pau!- contesté emocionada como niña chiquita.
-Hola bebé-me respondió
-Al fin logré que mi pesadilla se fuera- chillé sin rodeos- Lo llené de pintura roja
- ¡¿Qué le hiciste que?!-gritó a través del teléfono-Pero Calle, ¿Cómo le haces eso?
-No fue la gran cosa pero suficiente para que se fuera- reí- Estoy preparada para conocer a la siguiente persona que se mude al frente de mí
-No marica, tu no tienes solución- rió- ¿Y ya desocupó el apartamento?
-Sip- marqué la 'P' al final- Nunca había visto una persona que armará las maletas tan rápido como él-reí.
-No bebé, si tu como vecina eres la peor.
-¡Oye! Tu amarías vivir conmigo- dije con risa- Deberías mudarte tú- quedó en silencio unos cuantos segundos.
-Calle te dejo, nos vemos en tu apartamento, Adiós bebé
-Adiós- dije y se escuchó el sonido de que la llamaba había finalizado.

Estará ocupada parece.
Me paré del sofá cuando avente mi teléfono encima de él, el estomago me rugía como animal, saque un par de ingredientes para poder preparar la lasaña que tanto me encantaba, no es por presumir, pero me queda muy exquisita.
Mi historia con Paula era muy sencilla, ella y yo nos conocemos desde que ocupamos pañales pues sus padres con los míos son muy buenos amigos, prácticamente nos criamos juntas, fuimos al colegio juntas y nos mudamos juntas a Los Angeles cuando teníamos 15 años gracias a que nuestros padres compartían empleo. Era la persona en la que más confío, incluso más que en mi misma, no se que haría sin ella.

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Tomé un plato para servirme mi lasaña recién terminada, corte un trozó, de verdad que olía muy bien.
El timbre del apartamento sonó haciendo que me sobresaltara. Avancé hacia la puerta mientras metía un pedazo de lasaña a la boca, la abrí y en frente de mi se encontraba Pau cargada de bolsas de diferentes marcas, sin decir nada entró dejando las bolsas en el piso y su cuerpo en el sofá.
-Estoy exhausta- suspiró quitándose sus gafas Dior que le había regalado para su cumpleaños, fui a la cocina para servirle un vaso de agua, se lo entregué y me agradeció- Lo necesitaba- dijo tomando el agua con rapidez.
-Te atragantaras marica- le dije riendo- Cuéntame, ¿Ya encontraste a mi modelo que necesito para la marca?- pregunté con curiosidad, Pau era estilista profesional y una marca de ropa me había contactado para que me consiguiera una modelo de forma rápida para poder empezar a lanzar mi nueva línea de ropa, le pedí ayuda a Pau, ella tenía muy buen ojo para las modelos.
-No pero...-dijo- Hoy conocí a una chica que creo que sería perfecta para esta ocasión- alcé una ceja.
-Ya y ¿Quién es?
-Se llama María José y se que te va a encantar...
















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3ER CAPITULO!!♥️
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AQUI PONDRE ALGUNOS DATITOS BASICOS QUE NO LES PONDRE MUCHO ENFASIS EN LA NOVELA.

💋DATOS BASICOS💋

-MARIA JOSE TIENE 22 AÑOS, VIVIA CON VALE QUE TIENE 15 AÑOS Y SU PAPÁ. NO ESTUDIO EN LA UNIVERSIDAD PERO HIZO UN CURSO DE MAQUILLAJE Y FOTOGRAFIA Y VIVIA DE ESO.
-DANIELA TIENE 21 AÑOS, SUS PAPAS ESTAN SEPARADOS, SU MAMA VIVE EN MIAMI Y SU PAPA SE MUDO DE COLOMBIA A LOS ANGELES DESDE QUE DANI TENIA 15.
-RAMON AUN NO APARECERA EN LA NOVELA.

MIENTRAS MAS AVANCE LA NOVELA, PONDRE MAS DATITOS PEQUEÑOS PARA QUE SE ENTIENDA MEJOR!
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La Chica Del 269 | Caché (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora