La Chica Del 269 | Caché (Terminada)

¡Capítulo especial! Día de la cena.

POCHÉ.

-Creo que ya es momento que me vaya- le dije, aun no lograba ver la hora de mi teléfono.

-¡No! ¿Cómo crees?- dijo tomando mi mano- Quería brindar contigo por este nuevo proyecto por el que me estás ayudando- sacó una botella de vino de su bolso junto con dos copas.

-Es que ya es demasiado tarde...

-Vamos, por favor- hizo puchero- Solo será un momento, ¿Si?- intento convencerme, suspiré rendida y asentí. Mi amiga rubia sonrió ampliamente para disponerse a abrir la botella y servir su contenido líquido en ambas copas. Me tendió una y gustosa la tomé- Quiero agradecerte por ayudarme, eres la mejor- me miró fijamente y solo me dedique a sonreír- También brindar por que eres demasiado hermosa y eso me tiene fascinada...- dijo dejándome algo helada, sin saber que decir- Y espero que algún día tenga una oportunidad contigo...- sonrió ampliamente y chocó nuestras copas para beber su contenido, en mi mente comenzaban a procesar las palabras que había dicho ¿Oportunidad conmigo?

-Salud- fue lo único que salió de mi boca para tomar el sorbo de vino, Kathia sonrió ampliamente para volver a rellenar mi copa.

-Es el mejor que pude encontrar- sonrió, tragué en seco el contenido de mi copa, sé que así no se tomaba el vino pero no tenía tiempo que perder, tenía que ir con Calle- ¿A dónde vas con tanta prisa?- rió.

-Tengo una cena con Calle y su padre- me quité mi chaqueta, la temperatura de mi cuerpo comenzó a subir por el vino que estaba recorriendo mi sistema.

-¿Lo de ustedes va enserio?- preguntó algo amarga, yo solo me limité a asentir, me sentía un poco al descubierto, traía puesto solo un bralette negro encima y un pantalón a la cintura de la colección de Calle, la chaqueta era lo único que lograba taparme, pero en este momento, es lo ultimo que se me apetece ponerme, volvió a rellenar mi copa sin consultarme, ya iba por la cuarta y ella recién en la segunda, esto es una desventaja-¿Quieres que encienda el aire acondicionado? Te ves un poco calurosa- mordió su labio inferior.

-Como quieras- sonreí buscando mi teléfono, que en este momento no recuerdo su ubicación, la rubia sonrió y camino marcando muy bien el movimiento de sus caderas que no pude evitar no mirar hasta el otro lado de la sala para tomar el control y encender el aire acondicionado, una brisa helada recorrió mi cuerpo refrescándolo, era justo lo que necesitaba.

-Tómalo como un break, este momento...- se acercó a mí- Debe ser aburrido conocer a tu suegro- fruncí el ceño.

-Germán no...- me interrumpió.

-El señor Germán es un hombre muy bueno, lo sé- se sentó en el piso con la botella de vino a su lado, me quede observándola durante un momento- Siéntate conmigo- estiró su mano, pensé mucho si tomar asiento o no, lo que me tenía que decir del señor Germán de verdad me interesaba pero ya es tarde y tengo que irme- No tardaré mucho- dijo convenciéndome al ver mi cara, solté un suspiro y tomé su mano para sentarme a su lado, quedando más cerca de lo que esperaba.