La Chica Del 269 | Caché (Terminada)

Capítulo 27. Dame tiempo.

POCHÉ.

-CHAMBEAN, CHAMBEAN PERO NO JALAN- cantó fuerte Daniela ignorándome completamente.

-¡Calle!- le grité haciendo que Paula mirara por el retrovisor. Me frustré cruzándome de brazos para mirar a la ventana. Okey, si quería jugar a ignorarme, este juego puede ser de dos.

-¿Se puede saber por qué pelean?- dijo Pau bajándole el volumen a la radio pero ninguna de las dos le contesto- A mi no me van a hacer la ley del hielo, malditas- dijo deteniendo el auto bruscamente haciendo que mi rostro casi chocara con el asiento del copiloto.

-¡¿Qué te pasa?!- gritó Daniela ante la detención brusca de su amiga- Podría haberme golpeado- dijo más calmada.

-Yo no voy a ir a una junta con dos niñas pequeñas con caras largas- dijo dándose la vuelta para vernos. Paula no sabía absolutamente nada de lo que estaba pasando entre Daniela y yo y dudo mucho que Calle quisiera contárselo, ni siquiera yo sé que está pasando entre las dos, nos hemos besado y ahora no entiendo porque esta molesta. Que rabia.

-¿Me puedes decir por qué estás molesta?- me preguntó Pau, suspiré frustrada, mi enojo estaba dirigido hacia Daniela, Pau no tenía porque andar soportando estas escenas estúpidas.

-Daniela me esta ignorando- le dije- ¡Y no sé porque!- grite en la dirección de Daniela, pude notar como esta rodeaba los ojos.

-¿Puedes decirme por qué carajos estás ignorando a Poché?- le preguntó calmada Pau a Dani.

-No es de tu incumbencia- le dijo Calle. Pau y yo intentamos cooperar para que la tensión que se había formado en el auto desapareciera pero si Calle no cooperaba, nada cambiaria.
Pau hizo un gesto bastante extraño con su rostro, se giró y encendió el auto para arrancar, le subió al máximo el volumen a la radio y comenzó a tararear una canción que desconocía, se notaba que estaba intentando disminuir su enojo producido por Daniela.
Por mi parte, seguí manteniendo mi postura, cruzada de brazos mirando a la ventana, no iba a suplicarle a Calle a que me hablara pero me mataba la curiosidad del saber el porque se molesto si no le había hecho absolutamente nada. 

No habían pasado ni cinco minutos cuando Pau se detiene nuevamente frente a una cafetería, se quitó el cinturón de seguridad y volteó a vernos nuevamente.

-Voy a bajar, compraré café para las tres y cuando regrese, quiero que estén bien- dijo- ¿Me escucharon?- habló pero ninguna de las dos le contesto- ¡¿Me escucharon?!- alzó la voz provocando que ambas la miráramos fijamente.

-Si, mamá- le dijimos ambas al unísono, Pau suspiró y se bajó del auto cerrando la puerta con un portazo caminando hasta la entrada de la cafetería.
El auto estaba en completo silencio, solo se escuchaba como los autos pasaban a nuestro lado y las voces de algunas personas caminando.

-¿Hablarás o qué?- dijo de pronto provocando que alzara una ceja.

-¿Yo? Tu eres la que esta molesta- le dije ya frustrada. Me gire poniendo mis pies encima del asiento para verla pero ella ni se inmutó-¿Me dirás por qué?- suspiré, esta situación estaba cansándome y si no arreglábamos esto antes que Pau llegara, estoy segura que no nos dejaría en paz-¿Es por lo de ayer?- pregunté con miedo, no quería que ese fuera el motivo de su enojo.

-No- dijo cortante provocando que me aliviara un poco.

-¿Entonces?- pregunté.

-Me besaste cuando de verdad te gusta Kathia, ¿Quieres jugar conmigo? Porque si es así, créeme que pierdes tu tiempo, no estoy para jueguitos raros, Poché- dijo dejándome completamente sorprendida ¿Acaso estaba celosa de Kathia?.