Capítulo 30. Peleas y el trato.

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CALLE.

-Debería estar sufriendo, tal vez llorando porque terminamos- le dije mientras lo observaba. estaba sentado al frente de mí con los brazos cruzados- Pero es todo lo contrario y no sé por qué- confesé y era cierto, solo una noche estuve llorando por él y esa misma noche fue cuando bese a Poché.
Venir antes fue la peor decisión que pude haber tomado, en mis planes no estaba encontrarme con Mario, quien tuvo la misma idea que yo.
Quería evitar totalmente alguna conversación a solas con él pero al parecer no iba a ser posible evitar la que estamos teniendo.

-Porque estoy seguro que sientes que hay una posibilidad para volver- me miró fijamente- Daniela, no podemos botar a la basura tantos años de amistad y la hermosa relación que estábamos formando, juntos.

-Tú mismo lo dijiste, estábamos- le dije cortante

-El amor no se desvanece de la noche a la mañana- dijo acercándose-No pudiste dejar de amarme en tan solo una noche.

-Tienes razón- tragué fuerte- Te amo pero en este momento no te puedo ver más que un simple amigo, el amor que te tenía como pareja, se está desapareciendo rápidamente.

-Yo puedo olvidar el hecho que te hayas besado con María José y tu olvidar todo lo que pasó con Camila- intentó convencerme. Mario solo tenía conocimiento del beso que me había dado Poché en el baño del Honeycut y espero que se mantenga así.

-Las cosas no son tan fáciles, Mario- sentí como mi teléfono vibro pero decidí ignorarlo- Y el hecho que acudieras por la ayuda de mi madre, me decepcionó bastante- le fui sincera, no tenía el derecho de meter a mi mamá en los problemas de nosotros dos, sobretodo conociéndola, a veces cuando algo se le mete a la cabeza es muy imposible que alguien la haga cambiar de parecer y como puedo ver, está empeñada en mantenerme junto a Mario.

-Estas tres noches eran para los dos, me había propuesto realmente intentar que me perdones, que volvamos- se me acercó aún más- Para dar ese gran paso que hace falta en nuestra relación- dijo provocando que alzara una ceja.

-¿Osea solo me trajiste aquí para tener relaciones?- le solté volviendo a sentir vibrar mi teléfono.

-Si- dijo y solté una carcajada indignada- Osea, tal vez- titubeó- Tal vez eso es lo que nos hace falta para poder superar lo de Camila y seguir con nuestra relación.

-Estás loco- le dije riendo sarcásticamente- Pues si solo viniste a eso, te puedes largar porque eso no va a pasar- me paré de mi asiento lanzando mi teléfono al sofá y él imitó mi acción.

-Claro que no va a pasar- alcé una ceja- Tuviste que invitar a medio mundo para que no pasara nada.

-Prácticamente me estaban obligando a venir contigo- hablé- ¡Que parte no entiendes de que no quiero pasar tiempo ni volver contigo!- alcé la voz.

-¡¿Pero con María José sí?!- alzó la voz aún más. Fruncí mi ceño a modo de respuesta.

-¿Por qué la metes en todo?- le dije bastante furiosa, no tenía porque meter a Poché en cada conversación que teníamos ¿Por qué no la deja en paz?

-Porque desde que ella llegó, nuestra relación se fue a la basura- habló enojado, mis mejillas comenzaron a arder por la ira que se estaba empezando a acumular en mi cabeza.

-¡No la culpes! Ella no fue la que me engaño con Camila- le dije, mi cabeza comenzó a palpitar, me estaba comenzando a doler bastante.

-Si no fuera por ella...

-Si no fuera por ella, tú me seguirías viendo la cara de estúpida- fruncí aún más el ceño y Mario no me contesto, cerró lentamente su boca y se volvió a sentar, dándome a entender que tenía razón- ¿Hasta cuando pensabas seguir con tu mentira?- le pregunté.

La Chica Del 269 | Caché (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora