Capítulo 7

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Yo te ame primero.

—Cuidado con eso ángel.— Me dijo Justin mientras yo entraba con algunos tubos de cartón y unos planos.

—¡Oh!— chille cuando se me cayeron algunos tubos.

Él volvió a mirarme, dejo las cajas que llevaba y se dirigió a mí.

Creí que me gritaría por botar su trabajo, pero no fue así.

—¿Te ayudo?— me dijo. Yo solo asentí.

Tomo las cosas y antes de alejarse me dio un beso en los labios. Con paso torpe e idiotizado por los encantos de Justin camine hacia su estudio, en donde estaba dejando todas las molestas cosas.

—¿Para qué tantas cosas Biebs?— pregunte jugando con un modelo escala de algún edificio.

—Son para el trabajo, deja eso.— dijo quitándomelo.

—No sé por qué te preocupas tanto, es seguro que te lo darán.

Me tire boca abajo en el sofá.

—Soy uno de veinte participantes Cailin, debo esforzarme, y mucho.

—Siento que me ichuronas.

—¿Que dices Cailin? No te entenderé nada si tu rostro está sumido en el sofá.

Reí en mi interior, pero no conteste.

No escuche nada después, creí que Justin se había ido a otra habitación. Me disponía a levantarme, pero en eso sentí unos pequeños besos comenzando por mis hombros, hasta bajar un poco por mis brazos desnudos.

—¿Justin?— suspire. Al parecer no me escucho. Claro mi rostro estaba sumido en el sofá.

—¿Quieres comer algo?— pregunto justo sobre mi cuello. Yo me estremecí.

—Sí.

Contesté tragando saliva. Al parecer esta vez si me entendió.

—¿Qué quieres comer?

—A ti.

Me di rápidamente la vuelta rodando sobre él y dejándolo presionando entre el sofá y yo. Me senté sobre él y vi su rostro. Era cómico en verdad.

Claro que tenia pensando ir un poco más allá con Justin, más cuando comencé a notar que los besos ya no eran suficientes como antes. Me había urgido la necesidad de tocarlo, de que me tocase todo lo que él y yo quisiéramos. Estaba nerviosa, si, sobre todo porque no sabía cómo Justin lo tomaría, ya que él dice que no es correcto.

Dejando atrás todas mis dudas, comencé a besar sus labios y luego me detuve en su cuello. Por Dios que bien olía.

—Ángel para.

Pero no me aparto.

Al ver que no era detenida mi acción decidí seguir un poco más. Con las yemas de mis dedos recorrí por encima de su camisa su abdomen marcado. Mientras también me dedicaba a devorar sus labios.

Me separe un poco y me erguí sobre él, puso sus manos sobre mis costados y subió un poco mi camiseta, yo sonreí y con gusto ayude a quitármela.

Se levanto un poco y se acercó a mi cuello para devorarlo a besos. Bueno, las mordidas también iban incluidas. Sus manos me empujaban hacia el por la espalda y yo solo dejaba escapar leves gemidos. Simplemente no quería hablar. ¿Y si lo interrumpía? No, no ni pensarlo.

No sé cuando fue que comencé a moverme un poco sobre él. ¿Acción involuntaria? Eso debía ser, ya que nunca había tenido sexo. Bueno, estuve a punto una vez con un chico. Esa es una historia aparte que ni interesa ahora.

Dulce Pecado ➳ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora