Dulce Pecado ➳ j.b

Capítulo 38

Así debió haber sido.

Recuerdo cuando me sentía terriblemente mal aquel día y lo único que quería era acabar con mi vida y viajar al campo de fresas como en la canción de The Beatles creyendo que la única manera de llegar allí era con dolor. Pero no era así.

En la mañana desperté con la mejor sensación del mundo. Escuchando los suspiros de que Justin soltaba mientras dormía y sus brazos alrededor mío, eso era lo mejor. Me sentía feliz, completa. Por la noche me había sentido mal, y casi me había puesto a llorar por temor a que Justin quisiera volver a utilizarme, volver, pero él había dicho que nunca lo había hecho.

Sentí la mano de Justin viajar hasta mi cabellera y la acarició para luego sobar mi espalda.

—Buenos días ángel.— me saludo con una sonrisa que bese sin pensármelo dos veces.

—Buenos días para ti también.— dije sonrojándome un poco, hace mucho que no lo llamaba de esa forma en ese tono y menos en una situación similar. Justin me sonrió aun más y rodo sobre mi cuerpo para quedar por encima, se inclinó hacia delante y comenzó a llenarme de besos en el rostro.

—Eres un meloso.— comente con una sonrisa en los labios mientras eran besados por mi novio.

—Tú me haces serlo.— sonrió.— ¿Quieres comer algo? Creo que Luke compro waffles de canela, tus favoritos.

Sonreí y asentí con la cabeza, iba a darle otro beso cuando se me vino una idea que no me gusto demasiado.

—¿Has vivido aquí desde que tu saliste?— pregunte estremeciéndome un poco al recordar todo lo ocurrido. Justin asintió.— Vaya, Luke y su prima sí que son buenos amigos, eh.— dije con tono sugerente.

Y se preguntan por qué tal vez me siento un poco celosa y es porque ahora que recuerdo acá vive una prima de Luke, la cual que digamos no me agrada del todo.

—De hecho, se han portado muy amables.— me sonrió.

—No lo dudo.— dije apartando la mirada y apretando un poco los puños.

—¿Pasa algo?

—No.

Justin se bajo de encima de mí y se acostó a mi lado de nuevo abrazándome por la espalda y besando mi hombro desnudo.

—Si te refieres a su prima en todo caso, no pasa nada con ella. Nunca la he visto quedarse acá a dormir mientras he estado aquí.— dijo luego de un rato.— Digo, es linda, pero solo somos amigos.

—¿Linda?— me gire a verlo.— Piensas que es linda.— reproche.

—Sí, lo es, es guapa, pero no tanto como mi novia.— sonrió.— Ella es hermosa, como una muñeca de porcelana.

—¿Ahora soy un juguete?— pregunte en broma, pero luego me arrepentí.

Justin se estremeció al escucharme decir aquello y quito su agarre de mi cintura para acostarse viendo hacia el frente.

—Aún sigues pensado eso. ¿Verdad?— suspiro.— Se que aún lo haces.

—Justin yo...

—No, descuida ángel.— giro para mirarme.— Se que no debe de ser fácil de olvidar, no es tu culpa. Sabes que haría todo por ti. ¿Cierto? Pues que olvides todas las estupideces que dije está en mis propósitos.

Llevo una de sus manos hacia mi mejilla y la acarició suavemente.

—¿Qué otros propósitos tienes?— le pregunte soltando un pequeño suspiro.