Tonterías románticas.
—Ponte cómodo chico, pasarás algunos días aquí.—dijo el oficial tras cerrar la reja de la pequeña celda que por los próximos dos días seria su hogar.
Se sentó en el bordillo de la desgastada y sucia cama, apoyo sus codos sobre sus rodillas y hundió su cabeza entre sus manos agarrándose el cabello con frustración. ¿En qué mierda se habían metido? La verdad, la situación no se miraba nada bien, se miraba de una forma u otra de mal a peor. Para empezar estaba encerrado en una celda que parecía no haberse limpiado en siglos. Luego, perdería su trabajo, o mejor dicho, lo removerían del entrenamiento debido a los días injustificados de ausencia. Y por ultimo lo que más le dolía, lo separarían de Cailin mucho tiempo, o más bien para siempre.
La impotencia dominaba su cuerpo, no podía hacer nada ya salvo pensar. Pero. ¿De qué serviría pensar las cosas ahora? Lo hecho ya está hecho, ellos mismo se habían ganado ese destino, o más bien, él mismo. Claro, Cailin no tenía la culpa, claro que no, ella era apenas una niña y Justin era mayor, él debía de haber parado las cosas en su punto.
Antes de haberme enamorado de ella. Pensó el rubio.
—Te metiste en un gran lío Bieber.— susurro para sí mismo.
(*)
—Justin nos escucharán.— decía mientras sentía las manos de Justin colarse bajo su blusa azul.
Estábamos en el salón de matemáticas, las clases habían terminado y Justin como siempre iba a traerme al instituto porque Alex tenía entrenamientos. Normalmente diez minutos después del timbre el instituto quedaba desierto, prácticamente al escuchar el toque todos los alumnos y maestros salían casi corriendo, no los culpo, aunque yo prefería quedarme, aunque últimamente eran pocos días los que miraba.
Una de las manos de mi rubio viajo desde mi cintura hasta posarse en la parte interior de mi muslo y la otra se enredaba en mis teñidos cabellos. Comenzó a mover su mano de arriba abajo sobre mi entrepierna haciendo que perdiera el control casi al instante, metí mi mano por debajo de su camiseta y arañé su espalda, cosa que sabía que le encantaba.
Gimió entre el beso cuando lo acerque a mí, pegándolo a mi cuerpo, sintiendo cada parte del suyo.
—Menos mal y no tenias ganas ángel.— susurro sobre mi oído.
Me removí de puro placer al sentir su aliento sobre mi oreja y cuando paso su lengua por ella puedo decir que prácticamente me derretí de placer.
—Oh.— logre decir solamente, logrando una sonrisa triunfante en sus labios.— Mas bebé. Vamos Biebs.— me acerque a su oído.— Hazme tuya.
No tuve repetirlo dos veces, Justin ya se había deshecho de mi remera y de la suya, pasaba mis manos por todo su perfecto y definido torso y él me acariciaba la entrepierna y buscaba a tientas el botón de mi pantalón.
Solo quedamos en ropa interior, el en bóxers y yo en bragas. Mi respiración era irregular y ni hablar de la suya, disfrutaba tanto estos momentos con Justin, me encantaban, aunque bueno, esto era lo que últimamente hacíamos siempre. Estos momentos eran especiales, aunque ya casi no pudiéramos vernos. Un sonido molesto me saco de mi ensoñación reprimiendo un gemido en el momento que Justin iba a saborear mi feminidad en su boca.
—¿Bueno?— le contesto al que estaba al otro lado de la línea.— ¿Sí? ¿En serio? Por supuesto, ya voy, enseguida llego.— colgó la llamada y comenzó a ponerse de nuevo su ropa.
—¿Justin?— dije dándome a notar. ¿Se había olvidado de que allí estaba yo?
—Cailin, escúchame.— se acercó a mi.— Surgió algo, un proyecto, es muy importante y no han llamado a otro participante, me han llamado a mí. ¡A mi Cailin!— dijo obviamente alegre.
—Bien por ti Justin.— dije sinceramente.— Pero. ¿No te olvidas de algo?— dije haciendo un puchero. Él bajo la mirada.
—Perdona bebé. Pero es muy importante.— me abrazó y beso mi mejilla.— Prometo recompensarte luego. ¿Si amor?
Lo mismo de siempre. Pensé.
—Claro, claro Justin.— comencé a ponerme mi ropa.— No te preocupes, ya estoy acostumbrada.— me encogí de hombros.
—¿A qué te refieres?
Frunció el ceño.
—Olvídalo.— dije seca.— Te veo luego. Si es que puedes.— susurre eso último. Iba a salir, pero Justin me tomo del brazo, aun tenía el ceño fruncido.
—No entiendo Cailin.
Esto era el colmo.
—A ver.— me zafé de su agarre.— Solo te digo que no te preocupes Justin, ya estoy acostumbrada, vas a tus reuniones a hacer tus cosas y luego cuando te aburres vienes y me recompensas, es lo usual, no tiene importancia.— dije indiferente. La verdad si tenía importancia, me dolía que eso pasara siempre.
—¿Cuándo me aburro Cailin?— se sobo el puente de la nariz, con lo que me encantaba que hiciera eso y ahora solo sentía ganas de golpearlo.— Sabes que tengo trabajo, o más bien, estoy por conseguir uno. Ocupa casi todo mi tiempo, se que no podemos estar juntos cómo quisieras, pero te lo dije cuando empezamos. ¿No? Que esto no sería fácil, sé que eres madura y entiendes, así que dejemos las tonterías románticas y...
—¿Qué?— lo interrumpí.— ¿Tonterías románticas? ¿Eso piensas?— dije con mi voz quebrada.
—No bebé, no quise decir eso mira...— me quiso abrazar pero me aleje, él suspiro.— También es difícil para mí. ¿Sí? Debo hacerme tiempo para verte, es difícil, pero vale la pena, amor.
—Sí, claro que vale la pena Justin.— él sonrió.— Vale la pena hacer espacio en tu trabajo si cuando quieras tienes a tu disposición a una estúpida adolescente abierta de piernas solo para ti, y ella lo acepta solo porque te ama.
Y su sonrisa se borro.

ESTÁS LEYENDO
Dulce Pecado ➳ j.b
Fanfiction❝Justin solo quería lo mejor para Cailin.❞ smile_boobear.©