Dulce Pecado ➳ j.b

Capítulo 41

Héroe.

Entre a la casa de Zoella por tercera vez en todo este mes. Cerré la puerta tras mí y me deje caer en el sofá. Entonces comencé a llorar y llorar en verdad, porque yo ya no sabía qué hacer, porque Cailin no quería apartarse de Justin o viceversa, porque yo estaba de alguna forma sintiendo cosas hacia Zoella, porque me habían despedido de mi empleo, porque mis padres estaba muertos, llore por todo.

Todo eso era demasiado para una sola persona, sentía que en cualquier momento explotaría o me volvería loco —si no es que ya lo estaba— no había podido dejar de llorar desde que cada sueño que tenía era una especie de deja vú de cuando había encontrado a Justin con mi hermana y haberme encontrado con Cailin a punto de cometer una estupidez tampoco había ayudado. La verdad es que sentía que los ojos se me quedarían secos de tanto llorar y eso no me gustaba, porque yo jamás lloraba, siempre llevaba el control de todo pero todo ese asunto de la demanda y mis sentimientos se me habían salido de las manos y lo peor era que no podía hacer nada para arreglarlo.

Me mordí la lengua al pensar en eso.

—No puedo hacer nada.— me repetía a mí mismo lentamente y comencé a llorar aun más fuerte, porque Zoe me había escuchado desde su habitación y había llegado a preguntarme qué me pasaba hasta mí casi tropezándose de lo rápido que iba.

—Cailin y Justin.— le conteste sin verla a los ojos aún.

—¿Ellos? No me digas que hiciste una escena Alex. Ya intente hacerte entender todo eso.

Fruncí el ceño.

—Cailin se escapo del centro mental.— la mire.— Se salió sola. ¡Dios! Estoy tan enojado con ella por haber hecho eso, yo la dejé allí con Josh y ese inútil que tampoco la cuida.— gruñí.— Dime si no tengo derecho a estar enfadado, anda dime.

Zoella pareció pensárselo por unos minutos y luego me miro.

—Sí, tienes derecho a estar enfadado Alex. Sé que lo que Cailin hizo estuvo más que mal, pero vamos, no tuvo otra opción. ¿Acaso tú la hubieras llevado a donde Justin?— negué con la cabeza.— Exacto, y ese es tu error.

—¿Error? ¿Cuál error?

—El error de no pensar en lo que Cailin sienta.— suspiro y continuo.— Aunque no quieras aceptarlo, Cailin necesita de Justin y eso lo sabes, ambos se necesitan porque se aman Alex.

—No es así de simple. Las cosas no se arreglan solo con amor, vamos, eso no es así, lo que Justin hace está mal y sé que tu pensaste lo mismo.— le escupí con enojo.

Zoella bajo la mirada y luego sonrió de lado.

—Sí lo pensé, créeme que lo hice. Pero no de la manera en tu lo crees. Yo pensé en que eso estaba mal porque Cailin me contaba que él y Justin no eran nada oficial. Tu entiendes, solo tenían esos encuentros y listo.— sonrió un poco más.— Pero luego Cailin me siguió contando más cosas. Ella y Justin salían más seguido, cuando Justin hacía tiempo tenían citas y todo, y eso a Cailin le encantaba Alex, te juro que jamás le había visto tan feliz que cuando me contaba donde Justin la había llevado el día anterior.

Mientras Zoella me decía todo aquello yo la miraba con atención. Se le iluminaban los ojos al hablar de la relación de mi hermana con Justin y yo no sabía por qué. Zoella parecía casi enamorada al hablar de citas y esas cosas, y no dejaba de decir que eso que tenía Cailin y Justin era amor y del mejor que podía haber. Pero a estas alturas ya yo no sabía qué pensar, porque de nuevo entraba en duelo. Una parte de mí me decía que enviara todo eso de sentimientos a la mierda y alejara a Cailin de Justin y por ende yo me alejaría de Zoella. Y el otro lado me decía que los aceptara, que ellos se amaban justo como Zoella me contaba y los dejara seguirlo haciendo, me decía que mis prejuicios eran demasiados estúpidos y que la diferencia de edades entre ellos salía sobrando con tal que se quisiera, y eso era en parte bueno, porque también me decía que yo podía estar con Zoella.