Casi todo es culpa mía.
—No es así.
—¡Claro que lo es Justin! ¡Siempre que tienes tiempo para mi terminamos teniendo sexo!
—¿Y tú te quejas? ¡Creí que te gustaba!— dijo exaltado.
—Por supuesto, pero es más fuerte el sentimiento de sentirme utilizada Justin. He llegado a pensar que solo soy sexo para ti.— dije bajando la voz.
—¿Sexo? ¿Ya no lo llamas hacer el amor?— pregunto irónico. Eso fue todo, ni siquiera sentí cuando mi mano ya había golpeado su mejilla.
—No puedo llamarlo hacer el amor si ya ni siquiera estoy segura de que me ames.
Y salí del maldito salón.
(*)
Cailin lo único que hizo fue aferrarse a la almohada. ¿Había sido tan inmadura? Se sentía una mierda en ese momento y recordar discusiones pasadas que había tenido con Justin no le ayudaba en lo absoluto. Pero. ¿Qué más le quedaba salvo que reprocharse a si misma?
Recordó cada pelea, en especial esa, ese día en el que prácticamente le dijo a Justin que él no la amaba, sabiendo que el rubio le quería, y mucho. Lo había acusado de algo que no era verdad, le había reprochado sabiendo que el rubio tenía obligaciones, sabiendo que no todo el mundo de Justin era solo para ella. Tal vez ella debió haberse comportado más madura con Justin, debió haber dejado los berrinches y ser madura como Justin creía que era.
Cailin levanto la cabeza de la almohada y miro por la ventana de la casa de refugio como la lluvia caía a mares desde el cielo. Tal vez verla le calmaba, pero no podía dejar de sentirse culpable.
—Hey.— la llamo su temporal compañero de cuarto.— ¿Te pasa algo?
—Fue mi culpa.— susurro Cailin viendo fijamente hacia la ventana.
—¿Es por lo del tal Justin?
Cailin asintió.
—Vamos amiga, no fue tu culpa, tal vez cometiste algunos errores, pero la relación es de dos. ¿Entiendes? No puedes culparte de todo, ánimo.
La castaña miro a su compañero y se sentó sobre la cama. ¿Puede que el chico tuviera razón? No era todo culpa suya, pero de algo estaba segura, Justin estaba en problemas y lo estaba por culpa suya, porque ella se le había insinuado desde que eran unos críos, y ahora si la jueza daba la orden de arrestar a Justin, ella quedaría libre y feliz tratando de olvidar con posibilidades de muchas cosas, mientras que Justin pasaría muchos años encerrado en una vieja celda, solo.
¿Podía hacer algo para evitar eso? Ella amaba a Justin, vaya que sí lo amaba, pero no tenía autoridad alguna sobre el caso, lo hecho, hecho estaba, ella no podía cambiar la realidad de la historia. ¿O tal vez si podría?
Dejo salir un suspiro.
—Créeme Josh, casi todo es culpa mía.
