"Nota para la mujer más hermosa: Buenos días princesa, fue un gusto dormir contigo. Estuve toda la madrugada viendo tu rostro descansar y eso me dio fuerzas para decirte algo que siento y, por más que intente, no puedo ocultar. Posiblemente dudes de mis palabras, sé que no eres nada cursi y te resulta más fácil darme un beso que aceptar que algo pasa entre los dos. Tengo la sensación de que lo nuestro va más allá de una simple semana. Tengo la idea de que no será fácil lidiar con la distancia y, ciertamente, nos tocará olvidar aquello que pasó, buscar un método para vernos por segunda vez. Me demostraste que los lujos y apariencias solo son objetos mentales que el ser humano se crea imaginando no poder vivir sin ellos. Eres tan especial y eso me gusta. Me gusta cada sonrisa que dejas ver al escuchar mis bromas. Me gusta tu silueta y no quiero ser atrevido, pero anoche tuve el deseo de descubrir cada centímetro de tu cuerpo, se me es más fácil contemplarte detalladamente cuando duermes porque sé que no me atacarás a golpes; tuve mucha curiosidad al ver tu abdomen algo descubierto... así que, te besé un poco por esa parte aprovechando que tu instinto salvaje estaba dopado. Quisiera extender los días para que no fuera solo una semana en París, sino toda una vida en ella, y así poder compartir más momentos especiales con la mujer que me hizo sentir feliz en pocos días. Atte.: Noél.
─Por lo visto es algo cursi, él sí sabe como hacerte feliz ─comenta Hellen.
─Es precioso ─sonrío y llevo la nota hasta la maleta para guardarla ─. No tengo tiempo de ir a la peluquería, tendré que hacerme una coleta formal.
─Entonces hablaré con Loaiza, para que te espere unos minutos mientras terminas de arreglarte ─sale Hellen de la habitación con rapidez.
Primero me pongo la ropa interior. El vestido es ajustado, así que me costará cerrarlo, los tacones son estilo medio, en lo que no tendré problemas con los dolores por la noche. Finalmente cierro el broche del vestido que queda a un lado, me pongo los accesorios y camino al baño para cepillar mis dientes.
─Loaiza está muy molesta por la hora, deberás correr hasta la salida para evitar llegar tarde a la cita ─escucho a Hellen entrar al baño ─. Haz rápido esa coleta.
Termino de cepillar mis dientes rápido, y de inmediato tomo los implementos para peinarme.
─Faltan diez minutos para que termine la media hora que me dio de plazo ─me molesta que disponga de mi tiempo.
─A veces Loaiza actúa como niña caprichosa ─suelta mi cabello para peinarlo. Por un momento quedamos en silencio ─. Anoche tuve que buscar a un botón para que me ayudara a abrir la puerta ya que tenía seguro ─comenta.
─Lo siento, Noél la cerró antes de ver la película.
─Supuse ─echa fijador a mi cabello.
Termino la coleta, me aplico labial y algo de polvo. Doy color a mis pómulos y me pinto los párpados de un color no tan visible.
─Hellen, si tienes algún asunto pendiente, me dejas una nota en la cama y cuando regrese la leeré ─salgo corriendo hasta el ascensor que está por cerrarse.
─Por casi no llegas ─Loaiza me hace la observación un tanto molesta.
─Lo siento, es que no me avisaste que tendría algún compromiso a estas horas y...
─ ¿Qué te sorprende?, sabes que siempre hay imprevistos ─se sube a un auto color negro que nos espera.
Creo que la hice esperar demasiado, su molestia es evidente.
Me adentro al auto en silencio y miro el rostro del chofer que me parece conocido.─ ¿Cómo está señorita Alondra? ─Me saluda el conductor.
─Disculpe, ¿nos conocemos? ─trato de mirar por el retrovisor su rostro con más precisión, pero aún no sé quién es.
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Una semana en París © TERMINADA
RomanceAlondra Henderson diseñadora profesional, trabaja para su mejor amiga en un taller de costura que hace parte una marca de ropa muy reconocida. En su ocupada vida laboral tiene escasa oportunidad de iniciar una relación, y su entorno no es más que si...