Capítulo 23

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─Sí te digo, ¿qué tal y te pido que seas mi asistente? ─propone.

─Yo... ─sopeso. No pensé encontrar trabajo viniendo a una disco ─. Claro que sí, acepto ─quizá me vea como la más tonta del planeta por llorar, pero realmente lloro de felicidad ─. Muchas gracias ─lo abrazo ─, necesitaba este trabajo ─le susurro muy cerca del oído.

─Tranquila, me mostraste que eres desinteresada, eso me gustó. Sé que tienes mucho para dar ─se separa de mí y sonríe.

─No sé cómo viste todo eso en mí, lo único que he hecho es ser espontánea ─recibo el pañuelo que me brinda para limpiar mis lágrimas.

─Cuando hablas, transmites todo eso ─dice.

Es un hombre maravilloso, no ha intentado propasarse conmigo y tampoco ha sido coqueto, lo único que hace es hablar con mucha confianza y eso me agrada.

─No sé cómo pagarte eso que acabas de hacer por mí. Gracias ─esbozo una sonrisa renuente.

─De nada, ahora tienes el gran compromiso de llegar a mi oficina que queda en el edificio... ─mete su mano en uno de los bolsillos internos del saco ─, ahí está la dirección. Te espero a las siete en punto de la mañana, soy algo exigente y trabajo es trabajo ─extiende la tarjeta que acaba de sacar de su chaleco.

─Ahí estaré ─recibo la tarjeta encantada, casi no puedo con la dicha.

─Alondra, te presento al mejor bailarín ─se acerca Spencer con un hombre muy parecido a George ─. Jonah, te presento a mi amada amiga Alondra.

─Mucho gusto Alondra ─extiende su mano y con firmeza le sigo el gesto.

─Mucho gusto Jonah ─cierro la presentación.

─ ¿Y tu eres...? ─Spencer se dirije a George con intriga.

─Mucho gusto ─George le extiende su mano a Spencer y ella le sigue el gesto algo insegura ─, soy el hermano mayor de Jonah.

─ ¡¿Qué?! ─mi amiga exclama con histeria, por lo que todos reímos al unísono. Supuse que ellos eran hermanos ─. No me dijiste que venías con tu hermano ─le reprocha Spencer con una gran sonrisa a Jonah ─. Que guapo son los hermanos ─chilla con descaro.

─Ehm... Gracias ─por alguna razón noto que ese "gracias" de George es incómodo.

─No te molestes en ser coqueta con mi hermano, él es casado ─espeta el chico de cabello castaño que tiene fornido cuerpo.

─ ¿Casado? ─expresa Spencer con sorpresa.

─Sí, soy casado y seré papá ─¡vaya!, mucha sorpresita me llevo. Por lo menos es sincero, honesto y bastante respetuoso de su familia.

─Te felicito ─le sonrío con sencillez y él me regresa el gesto.

─Las felicitaciones son mutuas ─me mira sonriente.

─ ¿Por qué te felicita, Alondra? ─pregunta Spencer con una mirada divertida. Ya saben, esa mirada de querer sacar información "confidencial"

─Tengo trabajo, el señor aquí presente me ha dado empleo y mañana comienzo.

─ ¡¿En serio, amiga?! ─chilla y me abraza de la emoción ─. ¡Por fin!

─Sí ─nos separamos ─, ya era hora de conseguir algo para empezar. En ese sentido me despido, mañana tendré una jornada extensa.

─No, no, no, si tu jefe está aquí, ¿por qué tu no? ─interfiere Spencer con abnegación.

─Tu amiga tiene razón Alondra, el mañana aún espera ─comenta mi futuro jefe.

Una semana en París © TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora