─Señorita usted está ebria y no puede decidir en ese estado qué es lo que quiere ─la tomo de la mano y la llevo a un sofá negro que está desocupado ─. Disfrute la fiesta desde aquí ─demando.
─ ¡Amo que me domines! ─me roba un beso, por lo que con disimulo hago gesto ─. Demuestra que eres un macho ─ronronea al tiempo que agita sus manos bastante sobreactuada y retadora.
─Lo soy sin necesidad de demostraciones señorita ─me levanto y camino hasta la barra para despejar mi mente de las insistentes insinuaciones.
─ ¡Hola guapo! ─me aborda una linda pelirroja.
─ Hola ─saludo. Corro con la suerte de que ésta está más sobria que Andana.
─ ¿Quieres bailar conmigo? ─propone atrevida, no conforme me coquetea, razón por la que río un poco.
Hacia mucho que no le seguía las aguas a una cazadora.
─Lo haría, pero tengo que cuidar de alguien que se ha embriagado ─miro en la dirección de Andana y descubro que me observa tranquilamente con una sonrisa pícara, analizando mi franca y candente escena.
─Tu novia se ve muy sobria ─comenta la chica acercándose a mi oreja para que pueda escuchar mejor. La música está en un nivel muy alto que no deja hablar.
─No es mi novia, es mi jefa. Sabe controlar su euforia ─digo en un tono burlesco logrando captar la atención de la mujer que, segundos después, sonríe.
─Puedes llamarme a este número ─mete en el bolsillo trasero de mi pantalón una nota que no alcanzo a visualizar ─; quizá acceda a cumplir tus deseos ─me guiña el ojo y me da un breve beso en la mejilla.
Tratando de disimular el asombro y la cara de estúpido que tengo, parpadeo un par de veces, para luego acercarme a Andana. Estando a su lado observo mi alrededor y pienso ─ ¿cómo llegué aquí? ─, luego sonrío por la obviedad de mi pregunta. ¡Venga! Noél, te gusta la retórica.
─ ¿Te gustó la pelirroja? ─pregunta Andana.
─Ehm... ¿hablas de la chica con la que estaba ahora?, pues... es linda ─tomo un trago de vodka ─. ¿Por qué?, ¿la conoce?
─Tienes razón, es linda ─confiesa, aunque puedo intuir que le ha costado admitir eso ─; se llama Amelia, es Americana como tú y, además, su cara de niña consentida la tiene como presentadora en un canal de farándula de aquí.
─Tiene un buen trabajo ─espeto.
─Sí, pero su reputación es un asco y eso la hace muy codiciada por los medios de tv.
─Por lo que me dices, es una mujer de poco honrar, aunque pareciera que es muy...
─Ella no parece ser nada, sólo que ustedes los hombre pintan mariposas en feos cuadros de murciélagos —escupe pedante.
─Para estar ebria eres coherente con Tus palabras ─mofo.
─Tu escena de conquista con ella me hizo volver a la realidad. No creas que son celos, realmente no, ella solo te utilizó; ama montar escenas románticas con los chicos que cree, pueden ser mis pretendientes. Es una loca desquiciada.
─Es decir, yo fui su...
─Títere ─termina mi frase, causa que nos hace reír al unísono. Las mujeres son una caja de sorpresa ─. Lleva varios años haciendo lo mismo en cada fiesta y en cada reunión en la que nos encontramos.
─ ¿Por qué hace eso?
─Sufre falta de autoestima. Su ex tuvo una aventura conmigo luego de que ellos terminaron; ella, todo el tiempo, ha pensado que él le era infiel conmigo. Me da mucha risa ver que intenta hacer lo que, piensa, hice con su ex ─vocifera con altivez y orgullo.
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Una semana en París © TERMINADA
RomanceAlondra Henderson diseñadora profesional, trabaja para su mejor amiga en un taller de costura que hace parte una marca de ropa muy reconocida. En su ocupada vida laboral tiene escasa oportunidad de iniciar una relación, y su entorno no es más que si...