Extra I

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El pelinegro se paseaba por todo el lugar que ahora era su propia oficina, estaba completamente nervioso, había recibido una llamada que lo había inquietado más de lo normal.

Dos golpes se oyeron contra la puerta, tomó aire, animandose a enfrentar lo que venía, habló serio hacía la persona detrás de la puerta dándole permiso de ingresar.

El rubio alto y con una gran sonrisa ingreso al lugar, se acercó al pelinegro y este no formulaba ninguna palabra en su cabeza.

Sabía que el chico que ahora tenía enfrente era lindo, pero pensó que seria la obra de arte más hermosa esculpida por los dioses.

Trago duro, caminando hasta la silla detrás del gran escritorio y tomando asiento, el rubio repitió la acción sentándose al frente del pelinegro.

Bien, esto es más incómodo de lo que llegue a creer que podía ser.

El rubio sonrío, intentando liberar la tensión en el ambiente que había formado al entrar por aquella puerta.

Estaba apunto de levantarse y despedirse del pelinegro, pero éste terminó suspirando y masajeando con nerviosismo el puente su nariz.

No quería incomodar al chico, que ahora soltaba sin descansar suspiros por completo nervioso, habían hablado por tanto tiempo desde las distintas redes sociales, que lo que menos quería ahora era incomodarlo y que lo terminase de dejando de hablar.

Y-yo... Lo siento, es que no sé... No sé, como comenzar esta conversación.

El rubio sonrío por el titubeo al hablar del pelinegro y lo hizo sentir por completo feliz cuando éste le sonrío de manera avergonzado.

–¿Qué tal con un "Hola NamJoon, me alegra que por fin nos hayamos conocidos, eres en serio guapo".

Jin arrugo la nariz en desacuerdo, y el rubio soltó una sonora carcajada.

Es una broma Jin, solo habla como lo haces en nuestros chats, sin pudor ni vergüenza.

El pelinegro por fin se había relajado ante lo dicho y rió por el comentario.

No digas que no te gusta Joonie, se que te gusta que sea así.

–Ese es el Jin que conozco.

El pelinegro rió y se levantó de su lugar, dirigiéndose hacía el rubio, quien giro su silla para poder ver desde un mejor ángulo al pelinegro.

Jin sin dudarlo se sentó sobre el regazo del rubio y éste sonrió en respuesta.

No crei que lo harias.

El pelinegro enarco un ceja.

Si lo dije lo hago Joonie, después de todo, no es como si te molestara ¿o sí?.

El rubio entrelazo sus manos alrededor de la cintura ajena, respondiendo a su pregunta ante esa acción.

Y... ¿Como vas con la empresa de tu padre? La última vez dijiste que te terminarías lanzando por la ventana de tu propia oficina, estas demente Jinnie.

Jin rió, acomodándose mejor en el regazo del rubio, ambos se miraron fijamente en silencio, hasta que en la cabeza del pelinegro hizo un "click".

Mhm, si, ahora esta mejor, hablé con papá sobre el tema y pudo darme unos consejos y ahora puedo hacerlo solo, y además ¡Estaba empezando Joonie, deberías entenderme!.

Namjoon rió afianzando el agarre en la cintura ajena.

Claro que te entiendo Jinnie, por eso decía que no sonaba para nada exagerado cuando decías que tenías ochenta pilas de papel encimados y solo tenias uno, ah~ Jinnie tan mentiroso, pero me gustas así.

Jin sonrío, hasta que su cerebro proceso sus palabras "me gustas así", instantáneamente se tenso y se levantó de las piernas del rubio.

–¿Por qué te alejas? ¿Hice algo mal?.

El rubio curvó hacía un lado su cabeza, viéndose extremadamente adorable ante los ojos de cualquier persona con buena visión a lo perfecto.

Y-yo, ¿te gusto?.

El rubio sonrío, levantándose de su asiento y dirigiéndose al pelinegro, acariciando suavemente su rostro para llamar su atención.

Crei que esto ya había quedado claro Jinie, solo me pregunto si tú sientes lo mismo.

Jin medito en silencio sus palabras, él realmente se sentia bien cuando recibía cualquier tipo de mensaje con respecto al rubio.

Él se preocupaba por él y eso lo hacia sentir tan especial que terminaba sonrojándose con cualquier tipo de cumplido que recibía por su parte.

¿Por qué rechazarlo ahora entonces? NamJoon era por lejos lo que alguna vez creyó que tendría para su vida y no quería dejarlo ir.

Yo... Sí.

–¿Si qué Jin?.

–Si quiero salir contigo.

–Pero Jinie, yo nunca te pedi salir conmigo, pero si insiste claro que no me negaré a tu belleza digna de un príncipe.

Jin lo golpeo levemente en su hombro y seguidamente se lanzó hacía sus brazos, abrazándolo fuertemente y sintiéndose seguro de esa manera.

El pelinegro pensó que debía dejar de estar tanto tiempo con su dongsaeng, después de todo, ¿donde había quedado el Jin que cambiaba de pareja todos los días?, ese Jin ya no existía desde que conoció a NamJoon.

El primer extra, es NamJin, espero le haya gustado :D

Gracias por leer :3

Nos leemos pronto ^^
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