42

20.8K 857 44
                                    

Llegamos a Italia y Mía quedó con la boca abierta de solo ver la salida del aeropuerto.

— james esto es increíble...— susurro acercándose a mi costado.

— me alegra que te guste — la mire — pero aún queda mucho por ver —

Nos recogieron uno de los hombres que era de un amigo de Italia.

— buenas noches señor james — saludó el conductor.

— buenas noches — respondí.

— hola — susurro Mía a mi lado.

Metimos nuestros equipajes en la maleta y nos subimos al coche.

— ¿a donde los llevo? — preguntó el.

— hotel Hilton molino stucky —

Era un hotel bastante lujoso y no sabía como ir ya que no me se la ciudad de Venecia.

Narra Mía.

Estábamos sentados en la parte de atrás mientras que yo deseaba salir del auto para ver Venecia aunque el cielo ya estaba oscuro.

[...]

El hotel era impresionante, nos encontrábamos en recepción y era todo brillante, con olor espectacular y un ambiente bastante agradable.

James hablaba con la recepcionista sobre la habitación mientras yo observaba el lujoso espacio.

— contiene, 2 habitaciones y una de ellas tiene baño con jacuzzi , 1 gran baño, sala con televisor, terraza con piscina — oí decir a la chica y me giré de inmediato.

— de acuerdo, que sea esa — dijo james algo molesto.

— planta 11 puerta número 42 — dijo extendiendo una tarjeta — aquí tiene su llave —

Nos despedimos y subimos al ascensor.

— esto me parece el colmo — dijo — reserve la suite desde casa y cuando se lo digo me dice que no llegó nada —

— no importa, lo importante es que ya la tenemos ¡y presiento que será genial! — grité en lo último.

Salimos del ascensor con nuestras maletas y caminamos por un largo pasillo hasta llegar a la habitación 42.

James metió la tarjeta en una ranura y una pequeña luz se encendió a la vez que la puerta se abría.

Nos adentramos y todo estaba oscuro.

La Luz se prendió y...

— madre mía... —

Todo era...todo era lujo...

Entre y baje unos 3 escalones que llevaban a una sala con colores blancos y azules marinos.

Habían grandes sillones con una tele tan grande que parecía un cine.

James cerró la puerta y se dirigió a unas grandes cortinas.

— prepárate para lo mejor — dijo.

Cogió un pequeño mando de una mesa y pulso un botón.

Pensé que iba a encender la tele, o activar el aire...mi mente ríe al ver que las gigantes cortinas negras se subían dejando ver unas vistas de Italia increíbles, todo se veía de luces amarillas.

Me acerqué lentamente y toque el cristal.

Mire a james lentamente.

— ¿te gusta? — preguntó el agarrando mi cintura mientras mirábamos las vistas.

SolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora