Sola

7.

Desperté con dolor de cabeza muy fuerte, debió de ser por las bebidas que me tomé ayer.

Es domingo, no hay nada que hacer hoy y eso me aburre.

Baje a desayunar para luego ver a Mía.

— ¿señor que desea para desayunar? — dijo una sirvienta.

— ¡pues lo mismo de siempre! — grité.

Estoy de mal humor y no se porque es.

Ella asintió y se fue.

Leía noticias por mi computadora sobre el tráfico de armas y drogas.

Termine mi café y mis tostadas y baje.

Ella se encontraba sentada en su cama hasta que se sobresaltó por mi presencia.

Vi que el plato que le bajaron ayer estaba lleno.

— ¿porque no has comido? — dije.

Ella se encogió por mi voz.

Su rostro tenía las marcas de golpes que le hizo su hermano.

— e-e por que...no me gusta el...— susurro nerviosa.

Solté una carcajada.

— no me importa que te guste o no, te lo comes sin rechistar —dije mal humorado — comételo —

Ella me miro a los ojos y negó lentamente.

Me acerqué y la tomé de su largo cabello hasta llegar al suelo que es donde está el plato.

— comételo — le dije en su oído.

Ella sollozaba por el agarre fuerte de su cabello.

Ella comenzó a comer muy nerviosa por el miedo, lo notaba.

— buena chica... —le susurré al oído y le acaricié el cabello.

Ella seguía agachada.

— levántate — dije — como vuelvas a negar lo que te den comer, habrá consecuencias —

— si señor... — susurro.

Como me gusta que me obedezcan y me llamen señor. Sonreí.

Vi sus pálidas y delgadas piernas y manos juntas, ella miraba al suelo.

Me acerqué y lamí su cuello.

Está noche la haré mia...

Decidí ir al gimnasio con Armin para despejarme un poco del trabajo.

Narra Mía.

Me sentí tan pequeña cuando el me habla o se acerca...le tengo miedo, mucho miedo...

Me sentí muy mal al comer lo que me pusieron en el plato...no sabía ni lo que era.

Fui al baño y me di un baño relajante...

Hace tiempo que no me dan ataques de asma...es extraño.

Salí de la ducha y me puse a terminar los deberes de las 3 Barbies del instituto.

[...]

Termine con mucho dolor de mano, me la pasé escribiendo como 2 horas casi sin parar...

Eran las 7 de la tarde y no tenía nada que hacer...solo mirar la pared y pensar en lo horrorosa que es mi vida y que será de mi futuro...

[...]

Era por la noche y James entró sin camiseta.

Nunca me fijé en todos sus tatuajes...le hace ver muy malo y sexy a la vez.