— señor llames — oí la voz del investigador.Me giré. Si era el.
— buenas... — se me olvidó su nombre.
— Colton, Colton Misston — dijo extendiendo su mano.
Le respondí cogiendo la suya.
— bueno, explícame a que vine — dijo.
— te cuento...esto paso estando yo fuera de casa, deje aquí a una chica, hermana de un amigo, bueno pues de repente me llamó diciéndome que había alguien en casa, me asusté y de repente dejó de hablar, fui rápidamente a casa y la vi en la cocina,con sangre, en el suelo y con cuchillo en la mano. — dije recordando todo.
El asintió.
— déjame ver toda la casa — dijo y yo asentí.
El empezó a recorrer toda la casa hasta que se paro en el pasillo que llevaba a una pequeña sala de estar.
Todo el pasillo era de cristaleras que daba al jardín, me sorprendí al ver que una de las ventanas, estaba desastrosamente rota.
El se acercó y luego yo me acerqué.
— no te acerques — dijo deteniéndome.
Con cuidado se puso al rededor de los cristales y abrió su maletín sacando unos guantes y una bolsa trasparente. Se puso los guantes y comenzó a meter todos los cristales en La Bolsa.
— ¿y bien? — pregunté.
— tomaré muestras de huellas dactilares — dijo — ¿él cuchillos donde se encuentra? — preguntó.
— sigue en el mismo sitio — dije.
— bien, me lo llevaré para ver si coinciden las huellas — dijo dirigiéndose a la cocina.
— lo tocó la chica también — dije.
— no importa, se como hacerlo — dijo metiendo el cuchillo con sangre en otra bolsa.
Llame a Fernanda por teléfono para que viniera y limpie todo el desastre.
— ¿que pasó señor? — preguntó Fernanda entrando por la puerta principal.
— alguien entró a casa y dañaron a Mía — dije.
Todos se fueron y quedamos sólo yo y Fernanda.
— ¿a Mía? Bueno, tampoco es que sea importante — dijo sonriendo.
La mire.
— lo importante es quien fue el hijo de p.uta que entró a mi casa — dije cabreado.
— ¿usted como se entero? ¿Donde está ella ahora? — preguntó.
— me llamo...ella está en el hospital — dije.
— ¿y si se le ocurre decir al...— no terminó de hacer la pregunta.
— ella ya sabe lo que pasará, la tengo advertida y déjame ya de preguntar, debo de ir al hospital — dije cansado.
Me monte en mi coche y me dirigí al hospital.
En el trayecto me llamo Archi preguntándome que qué había pasado y se lo expliqué todo, el me dijo que no podía ir pero que lo intentaría al día siguiente.
Llegué y me dirigí a la recepción.
— buenas noches, acaba de entrar una chica por causa de una apuñalada ¿donde se encuentra? — pregunté.
— ah, si, ella se encuentra en la habitación 122, en la segunda planta, no puedes entrar aún, se están encargando de ella, pero puedes esperar — dijo y asentí.
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Sola
RomanceTodos los días es un infierno para Mía; su hermano mayor, Mike, era el causante de todas sus lágrimas, todas las heridas que Mía tiene en su pálida y suave piel. Mike decide dar a su hermana a un conocido por su poder, su seriedad, su fría manera de...