26.

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Nota importante al final.

Se quedó mirándome, sonrió y se sentó en mi cama mirándome de arriba a abajo.

— ven — dijo estirando su mano.

No sabia si ir, quería pero me daba miedo.

Daba pequeños pasos pero no avanzaba nada, mi cuerpo me empujaba pero yo me negaba.

¿Porque algo me impulsa?

Sus ojos se tornaban furiosos y me acerqué rápidamente a él sentándome.

— muy bien...Mía — susurró en mi oído.

Mis manos estaban entrelazadas estaban sudando de los nervios y el miedo, mi mirada estaba baja, no podía mirarlo tan cerca, tenía miedo.

— no te pongas a si pequeña, no te haré nada si te portas bien — dijo y acariciaba mi pelo.

Me encantaba el tacto de su gran mano en mi cabello, sentía comodidad, era relajante...

— ¿te gusta? — preguntó sonriendo.

Asentí.

— háblame — dijo serio.

— si, señor — susurre.

— y a mí me gusta cuando estás a sin conmigo, relajada, sin miedo, entregada — dijo acercándose a mi mas de lo que estábamos.

Se acercó a mi cuello y olió.

— mmm... hueles muy bien Mía —

Lo mire, me atreví ya que me hizo tener un poco de confianza.

Agarro mi mentón y acercó sus labios a los míos, apunto de besarme.

— no lo haré — dijo sonriendo en mis labios.

Lo mire a los ojos.

— ¿por que? — susurre en sus labios.

Se sorprendió, al igual que yo, no se como puedo hablar frente a él.

— por que acabo de empezar una relación — dijo el todavía cerca de mi.

¿¡Que?!no puede ser.

¿Que me pasa?

Estás celosa Mía. Dijo mi subconsciente.

Eso es mentira.

Eso es lo que crees, ¿y porque reaccionaste a si? Volvió a decir.

Quito su mano de mi mentón pero yo no me aparte, su mano viajo a mis muslos y los empezó a acariciar.

Lo mire a los ojos por última vez y me levanté para luego darle la espalda.

De repente sonó la puerta y entró Fernanda.

— la comida ya está lista señor — dijo ella.

El asintió y ella se fue.

Estaba de brazos cruzados mirando la pared y sentí como se acercó.

— vamos a comer — dijo agarrando mi cintura.

— no quiero — respondí borde.

— no es una pregunta, es una orden — respondió serio.

— no quiero y punto, ve a comer con tu chica — dije enfadada.

El se sorprendió riendo.

— no me lo puedo creer, la Mía que me tiene miedo ahora esta celosa por que se enamoro de m... — dijo y Antes de que pudiera terminar lo interrumpí.

SolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora