Narra Mía.
Estaba un poco nerviosa por lo que acababa de pasar, intentaba pensar en otras cosas y no lo conseguía.
Saque el papel en el que estaba apuntado el correo de Ian, quería decirle que no podré ir a su fiesta...pero no tenia con que decírselo.
Se que aún no le he preguntado a james, pero me ahorro sus palabras para decirme que no.
Me quite el vestido y me metí a la ducha para relajarme un poco.
Tarde como 20 minutos debajo del agua sin pensar en nada.
Salí envuelta en una toalla y me puse unos shorts de pijama azul pastel junto a su camiseta de tirantes.
Me senté en la cama mirando al suelo mientras pensaba si ir a buscar a james para decirle lo de la fiesta.
Estuve 2 minutos pensando si ir o no ir y ya me encontraba en el pasillo en busca de él.
Toque a su despacho pero nadie contestaba, camine a su habitación y me quede parada en la puerta ya que no sabía si tocar o no.
Levanté el brazo y toque algo nerviosa.
— ¿quien? — oí su voz algo seria.
No me salían las palabras hasta que él abrió la puerta.
Él estaba serio y con su rostro confundido; llevaba un pantalón largo de pijama y nada que cubriera su torso, ya estaba acostumbrada a verlo a si.
— ¿que haces aquí y a esta hora? — preguntó.
Lo mire a los ojos.
— te quería preguntar una cosa...pero si quieres me puedo ir y...—
— no — dijo.
Se apartó del marco de la puerta para que pasara a su inmensa habitación.
Oí como cerro la puerta y camino hacia su cama para sentarse y mirarme.
— ¿y? —
Dios no sabía como empezar...solo su mirada me decía, "no, largo de aquí"
No perderé nada por intentarlo.
— como ya sabes ya se ha acabado el instituto e Ian...Ian hará una fiesta en su casa y...me ha invitado — dije acabando algo nerviosa.
El se quedó mirando al suelo mientras apoyaba sus codos en sus rodillas.
¿Por que no respondía?
— ¿puedo ir? — susurre.
Se levantó y se acercó a mi mirándome como si fuese su víctima.
— ¿crees que te dejare ir después de lo que paso hoy? — preguntó.
Lo sabia...
— lo se, pero ahora te pedí permiso y... — siempre me interrumpe.
— no — dijo serio.
Lo mire por unos segundos a los ojos.
— vale, ¿me prestas tu portátil para avisar a Ian? — pregunté triste.
— mañana, ya es tarde —
¿Pero que le pasa?
Me di la vuelta y me fui abriendo bruscamente su puerta y dejarla abierta.
Entre a mi habitación y me senté en cama enojada.
Estoy harta que se comporte a si conmigo, ya me disculpe e hice lo que me pidió.
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Sola
RomanceTodos los días es un infierno para Mía; su hermano mayor, Mike, era el causante de todas sus lágrimas, todas las heridas que Mía tiene en su pálida y suave piel. Mike decide dar a su hermana a un conocido por su poder, su seriedad, su fría manera de...