Leer nota en el final.
Ya era el segundo día, por la mañana y estaba en la gran cama con james.
— buenos días — susurre en sus labios.
El sonrió y acarició mi rostro.
— ¿por que no nos quedamos aquí durante todo el día? — preguntó el con su voz de recién levantado.
Ríe en silencio y me pegue mas a su pecho.
— ni loca, tengo ganas de ver más — dije.
Nos levantamos algo cansados por el largo camino que hicimos ayer e hicimos el desayuno juntos.
— ¿planes para hoy? — pregunté metiendo un trozo de huevo frito en mi boca.
— verte la cara durante todo el día...sería magnífico — susurro en lo último.
Lo mire fulminándolo.
— se que sería magnífico — dije sonriendo — pero ahora enserio — me puse seria de golpe.
— en el día iremos a un tour en autobús y en la noche...será una sorpresa —
— james... — me queje — siempre dejándome con intrigas — me queje.
El río y tomo mi mano para que vaya hacia el.
El tomo de mi cintura y me subió para sentarme en su regazo.
— no te enojes por que te ves horrible — susurro en mi oído y se me puso la piel de gallina.
— tú te ves horrible siempre — respondí y lo mire quedando a unos centímetros de sus labios.
Sonrió y me miró con lujuria.
— ayer me dijiste una cosa y no lo cumpliste — susurro.
— ¿que es? — susurre igual.
— ¿no recuerdas? — preguntó mientras que su aliento chocaba con mis labios.
Me estaba volviendo loca por el...
Negué.
— me dijiste que si yo te dejaba dormir en mi cama me darías un beso en el lugar que faltaba —
Omg...
Le di un beso en la mejilla.
Sonrió.
— ahí no era, tramposa — dijo ordenado mi cintura.
Sabía donde era pero quería hacerlo esperar hasta que me di un rapidísimo beso en los labios.
— no me di cuenta, repítelo — dijo burlón.
Me acerqué a sus labios lentamente pero le besé rápido.
Agarro de mi cintura y me sentó en la encimera de la cocina y el se quedaba de pie entre mis piernas.
— ¿te gusta jugar? — susurraba aún en mis labios.
Agarro de mi mandíbula y me pego a sus labios besándome bruscamente para luego ser apasionado.
Su lengua ocupaba toda mi cavidad bucal mientras que la mia jugaba con la suya.
Se separó de mi lentamente y nos miramos por un largo tiempo para luego volver a acércame a él y besarlo.
— me encantas — dijo en mis labios.
Me separé el y sonreímos a la vez mientras en mi cogía en sus brazos y me bajaba.
[...]
Estábamos en el tour mientras el autobús nos llevaba y nos enseñaban sitios geniales.
La chica que hablaba por el micrófono nos explicaba que era cada lugar en inglés y en español.
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Sola
RomanceTodos los días es un infierno para Mía; su hermano mayor, Mike, era el causante de todas sus lágrimas, todas las heridas que Mía tiene en su pálida y suave piel. Mike decide dar a su hermana a un conocido por su poder, su seriedad, su fría manera de...