Sola

33.

Narra Mía.

Después de darme una larga ducha, decidí salir para ponerme un vestido negro con un estampado de margaritas, era corto y dejaba ver mis hematomas.

Baje y me encontraba sola en la sala del comedor hasta que apareció james.

— hola — salude sonriendo.

— hola — me saludo igual — ¿como te encuentras? — preguntó.

— mucho mejor — alargue la u —gracias —

Nos sentamos a comer y vi que Fernanda y dos chicas más traían muchos platos en los que contenía poca cantidad de cada cosa.

¿Vendrá alguien?

— ¿por que tantos platos? — pregunté.

— bueno, necesitas comer, te ves muy delgada — dijo.

Asentí y comimos todo lo que había...carne, pescado, pasta, frutas, verduras...

[...]

Termine de comer y no me di cuenta de todo lo que metí en mi pequeño estómago hasta ver lo hinchada que estaba.

Comencé a reír por eso.

— ¿pasa algo? — preguntó james.

Me levanté.

— mira — dije y señalé mi panza.

El se sorprendió.

— madre mía, parece que estás embarazada — dijo y reí.

Espere a que él terminase y subimos a su despacho.

Nos sentamos y el encendió su ordenador.

— bueno, te explico — hizo una pausa — tengo un perfil falso en algunas redes sociales, a si que me dirás el nombre de todos esos que te hacen esto — dijo frío de repente.

— solo sé el nombre y el apellido de los que son los lideres del grupo —

— eso me basta —

Asentí.

— Sofie Grace y Lucas Hasson — dije nerviosa.

El asintió y comenzó a escribir por el teclado.

— ¿está es Sofie? — preguntó.

Giro el ordenador y vi la cara sonriente de Sofie.

Asentí.

— bien, ahora vamos a por Lucas Hasson — susurro.

Volvió a escribir y a girar el ordenador mostrándome una foto de él en el que iba vestido con su equipaje de fútbol.

— s-si... — pronuncié.

— ya los tengo entonces, mañana los veré cara a cara — dijo y se puso de pie.

Me levanté de la cómoda silla para dirigirme hacia el.

Estaba algo incomoda y nerviosa por lo que james les va a decir y de cómo reaccionarán cuando me vean.

— Mía, tranquila, cuando hable con ellos nada malo té volverá a pasar — dijo.

Pareció que me leyó la mente.

— lo se... pero...no se como actuarán cuando me vean después de que hables con ellos, son unos chicos muy vengadores — dije.

Poso su mano en mi hombro y me atrajo hacia él para abrazarme.

— si te digo yo que nada te pasará, es por que nada te pasará, confía en mi — susurro.

Me apegue más a él para profundizar el abrazo.