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— Te he extrañado tanto — susurró en mi oído con voz ronca mientras movía su mano desde mi hombro hasta mi cintura.

— ¿Me has extrañado en verdad? — lo miré a los ojos — ¿Me has extrañado a mí o a follar conmigo? Dime Jimin porque en verdad no entiendo.

— Yah pequeña, ¿por qué te comportas así? — acarició mi mejilla — Yo soy el que debería estar molesto — se pegó mucho mas a mi — Dime, ¿qué haces con TaeHyung aquí?

Apretó mi mano, haciéndome daño y traté de safarme de su agarre, pero no lo logré.

— Me estás haciendo daño — avisé y él me soltó un poco.

— Lo siento — se disculpó. Era la primera vez que escuchaba a Jimin decir lo siento — Sé que me he comportado como un estúpido. También se que no tenía derecho de decirte nada de lo que dije, en verdad no sé que fue lo que me pasó.

— Está bien si lo sabes — me crucé de brazos.

— Entonces, ¿vamos a volver a estar como antes? — dirigió sus pequeños ojos a los míos.

— No.

Respondí rápido y segura. No iba a volver a comenzar con lo mismo, porque se que saldré lastimada, mucho más de lo que estoy ahora. Porque me enamoré de Park Jimin, un chico que no tiene ningún sentimiento por mi, que solo viene hacía mí cuando está necesitado. Porque en realidad no le importo.

— JungIn — pronunció mi nombre.

— No Jimin. No importa lo que me digas, no importa las palabras que utilices ni el juego que emplees — mis ojos se llenaron de lágrimas — No voy a entrar en el mismo juego nuevamente. Quiero algo diferente para mi vida, ¿entiendes? Si tu no, definitivamente tu nunca me pedirías algo así.

— In, ¿que estás haciendo? — llegó Tae a nuestro lado. Se detuvo y nos miró a los dos — ¿Jimin Hyung, qué estás haciendo aquí? — alzó sus cejas.

— ¿Qué, acaso eres policía? — lo miró mal — ¿Qué te interesa? — volvió su vista a mi — Después seguimos hablando.

Terminó de hablar y se fue, yo miré a Tae quién se encontraba con sus manos en la cintura mirándome demandante.

— ¿Qué? — bufé

La fiesta siguió, por supuesto. Pero yo solo me dedicaba a mirar a mi alrededor para ver si encontraba a Jimin. Debe de estar por cualquier rincón comiéndose a besos con cualquier perra.

Me moví hacía otro lugar y para mi sorpresa me encontré con dos rostros conocidos. Mi querido vecino SeokJin y el chico de Busan estaban frente a mi. Bueno, si Jin está aquí puede que mi hermano aparezca dentro de poco. Ash, no puedo seguir cuidándolo como si fuera un bebé, solo dejalo que haga lo que quiera. No, ese es el problema, no puedo dejar que JungKook haga lo que quiera.

Me acerqué a ellos y NamJoon al notarme me sonrió y le avisó a Jin. El cual se giró demasiado rápido para mi gusto.

— ¡Oh, pero si es JungIn! — habló alto por la música — ¿¡Que haces aquí!? Pensé que no te gustaban estas fiestas.

No me gustan, pero últimamente he estado yendo a muchas de estas, pensé.

— ¿Qué haces aquí? — mi pregunta fue para NamJoon.

— Estaba un poco aburrido allá, así que decidí visitar a mis amigos.

Asentí sonriendo y al ver llegar a Hoseok volví a estar seria.

— ¿Que tal In? Hace unos días que no te veía — me saludó con una chica a su lado. Estaban dados de manos así que deduje que era su novia. La miré por un minuto y luego giré mi rostro.

— Me voy, tengo que buscar a JungKook — dí la vuelta y salí hasta afuera donde estaban todos los autos estacionados.

Ya no duele. Ya no me molesta que esté con chicas. Sonreí al confirmar que al fin había logrado sacar a Hoseok de mi corazón. Pero ahora, mi problema no era Hoseok sino Jimin.

Me abracé a mi misma por el frío que estaba comenzando a hacer y miré hacía el frente. Allí estaba el auto de Jin y si no me equivocaba Jimin estaba dentro. Caminé hacía el y cuando estuve cerca me detuve, era él ¿Que estaba haciendo aquí cuando hay una fiesta adentro?

Toqué el cristal de la ventana como si estuviera tocando una puerta y vi que giró su rostro suavemente. Le sonreí cuando me vió y él hizo lo mismo.

— ¿Qué haces? — pregunté y abrió la puerta del copiloto para que entrara.

Entré rápido y al estar a su lado noté que su rostro se veía algo triste.

— ¿Jimin...? — me giré hacía él y coloqué mi mano en su rostro — ¿Estás bien? ¿Te duele algo? — pregunté preocupada.

Tomó mi mano hasta llevarla a su corazón. Y luego volvió a sonreír algo extraño ¿Qué le pasa hoy?

— Ven, abrazame un poco — me atrajo hacía él echando el asiento hacía atrás y quedé sobre sus piernas.

Con sus manos echó mi cabello hacía atrás y me miró a los ojos con los suyos cristalizados. Mi corazón se oprimió y sentí dolor, nunca había visto a Jimin así y eso me dolía.

Se acercó y comenzó a besarme. Sus suaves labios se movían suavemente sobre los míos y sus manos acariciaban mi espalda.

Lo notaba extraño, normalmente sus besos serían más salvajes y sus manos estuvieran en otro lugar, pero me gustaba este Jimin cariñoso y por eso, no lo alejé.

Dejó de basarme para mirarme nuevamente, su mano se posó en mi mejilla y sonrió.

— Te quiero — dijo.

Sick Boy; pjmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora