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Sus palabras me habían dejado sin saber como reaccionar. ¿Él de verdad estaba hablando en serio o solo estaba molesto por la situación? Porque si es eso puedo entenderlo, pero si no lo es espero una buena explicación a sus palabras. Porque en verdad habían dolido.

— ¿Estás hablando en serio? — quise saber. Volví a mirarlo y lo vi aproximarse peligrosamente a mi.

— No estoy para jueguitos de adolescentes siendo castigadas por su madre — me tomó de la mano y me atrajo hacía él — Tu madre no puede hacerte esto, eres mayor de edad y puedes hacer lo que te dé la gana.

— Claro que no Jimin. No puedo hacer lo que se me dé la gana porque dependo de ella, tengo 18 años pero aún sigo dependiendo de ella, aunque sea mayor de edad — expliqué mientras acariciaba su cabello para tranquilizarlo.

Jimin se veía desesperado, su respiración se había vuelto más rápida y agitada. Y sus dedos se enterraban en la piel de mi cintura.

— Eso no importa. Olvidate de eso, yo voy a cuidarte — expresó acercándose a mis labios atrapándolos rápidamente. Correspondí su beso algo incómoda porque este era demasiado rápido y salvaje.

Nos separamos por falta de aire y volvimos a mirarnos. Me encantaba estar cerca de él, abrazarlo y besarlo por mucho tiempo. Pero su idea era demasiado loca, yo lo quería, lo amaba, de eso no tenía duda. Pero no tenía el valor de salir así como así de mi casa. No podía hacerlo.

— Vámonos ya — insistió nuevamente tomando mi mano la cual solté de su agarre en un intento de hacerlo detenerse.

Sus ojos se dirigieron a los míos molestos. Jimin en verdad parecía realmente cabreado.

— Hablaré con mi madre, trataré de que nos de su consentimiento — murmuré en voz baja pero él logró escucharme. Se llevó las manos a su cara y la sobó.

— Ya te dije que si no te ibas conmigo ahora no volverás a verme nuevamente — su voz sonó tajante en ese momento y un miedo interior recorrió todo mi cuerpo.

La simple idea de no volver a ver a Jimin me hacía sentir mucho dolor. Yo no quería que eso pasara, definitivamente quería estar junto a él, pero me estaba dejando muy pocas vías. Si me iba de casa mi madre me buscaría hasta debajo de las piedras si era posible para encontrarme y luego de eso me encerraría hasta que pasaran muchos años y aprendiera la lección, no tanto así pero algo así pasaría. Y si me iba con Jimin, no se que pasaría.

— Jimin por favor...

— JungIn — escuché la voz de mi hermano y golpes en la puerta de mi cuarto. Miré rápidamente a Jimin quién ni siquiera se había inmutado en asustarse — Abreme la puerta, necesito hablar contigo — volvió a dar en la puerta.

Me había paralizado. No sabía qué hacer, no podía abrir la puerta y dejar que JungKook viera a Jimin. No sabía que le habían dicho así que no sabía como reaccionaría.

— Dile que se vaya — susurró Jimin con voz autoritaria.

Negué varias veces con la cabeza y me dirigí hacía la ventana por donde había entrado Jimin. Me giré hacia él y le hice una seña.

— Vete — susurré yo esta vez — Mañana te buscaré y hablaremos sobre todo esto, te lo prometo. Pero ahora, por favor vete.

Jimin se movió de su sitio y se acercó a mi a paso rápido. Se quedó frente a mi y me miró directamente a los ojos.

— Mañana te espero en mi casa — dijo, salió por la ventana y bajó por la escalera del lado.

Corrí hacia la puerta y la abrí, pudiendo ver ahora a mi hermano que parecía muy molesto también. Hoy todos están molestos o qué.

— ¿Qué tanto hacías aquí adentro para demorarte tanto en abrir una maldita puerta? — bufó y acto seguido se volteó para observarme — Mamá está muy molesta contigo — alzó sus cejas — Y yo también.

Fruncí el ceño y no pude evitar soltar una risa sarcástica.

— ¿En serio JungKook? Por favor, ¿desde cuando te preocupa lo que yo haga?

— Desde siempre — prosiguió — Sé que los dos no somos los hermanos más apegados pero aun así eres mi hermana ¿Crees que me gustó escuchar lo que tenías tú con Jimin?

Escuché sus palabras y no pude evitar sentirme bien. Era cierto, yo y JungKook no éramos lo hermanos más apegados ni los más amorosos, pero yo lo quería mucho. Él es una de las personas más importantes de mi vida.

— Lo siento — dije cuando lo vi mirarme de esa manera. Parecía un padre muy molesto — Pero la verdad no hice nada tan grave, ¿qué tiene que haya estado con Jimin? — quise hacerme la víctima.

— No tuviera nada de malo si él fuera tu novio. O si fueras otra chica cualquiera que se anduviera regalando todo el tiempo. Pero no In, tú eres mi hermanita y ya sabes como es mamá en estos aspectos.

Suspiré cansada. Ya me sentía totalmente culpable, ¿en verdad se veía tan raro que me hubiera acostado con Jimin y tuviéramos esa rara relación? Para mi en verdad ya no era tan grave, al principio sí. Pero al enamorarme de él olvidé lo demás.

Y ahora, éramos novios. Por lo menos podían dejarme salir con él, pero no.

— Mamá llamó a papá — se plantó a mi lado y lo miré con los ojos muy abiertos — Creo que te enviará un tiempo con él. Se mudará a Daegu con su mujer.

Mi corazón se impulsó y comenzó a palpitar como loco. No, ni loca me iría a vivir con él y con su otra familia. No quería irme, no podían hacerme eso.

— Pero, ¿por qué? — mis ojos se cristalizaron — No quiero JungKook, por favor ayúdame. Habla con mamá y cuentale que ahora Jimin y yo somos novios, que no hay nada de malo en nuestra relación.

— Lo siento In — acarició mi cabello — Pero no te ayudaré, yo tampoco quiero verte con él.

Ahora sí que estaba pérdida, ¿que problema tenían todos con Park Jimin?

Sick Boy; pjmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora