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— ¡Quítate de encima de mi! — grité forcejeando con él — ¿Qué haces imbécil? ¡déjame en paz!

— Hey, tranquila, pequeña, no te voy a hacer nada — aún seguía sobre mi agarrando mis manos — No soy de esos que lo hacen a la fuerza, solo cuando ellas quieren y lo desean — mordió su labio y se levantó de encima de mi.

Yo rápido me levanté. Me di el tiempo de observarlo y pude notar que estaba en pijama, al parecer había llegado anoche.

— Ya JungKook me dijo que vivirás aquí por un tiempo — hablé — Pero no creas que eso te va a dar algún tipo de vía conmigo, no te quiero cerca de mi cuarto a parir de ahora.

— Incapaz yo de aprocharme de la situación — se cruzó de brazos — Y no creas que voy a estar intentando acostarme contigo a cada momento niña, hay muchas chicas por ahí — se acercó a la puerta y antes de salir me miró nuevamente — Ya verás que la que me buscarás serás tú — se ríe en mi cara y sale.

¿Yo? ¿Buscarlo a él? Ni de broma ¿Qué se cree?

Tomé mi ropa y me dirigí al baño para darme una ducha. En el camino me encontré con JungKook y le dije que me iría a bañar.

Estaba en la ducha, ya casi iba a salir, cierro el grifo y deslizo la puerta de cristal para tomar la toalla.

Mi grito se tuvo que haber escuchado en todo el barrio, me dió un gran susto ver a Jimin parado cerca de la puerta observándome con ojos lujuriosos. Mi primer acto fue tratar de cubrirme con mis manos ya que la toalla la tenía él.

— ¿Qué es lo que estás haciendo? — fue lo primero que salió de mi boca. Estaba realmente nerviosa y apenada, ¿cómo puede estar tan tranquilo ahí parado? — ¡Dame la toalla ahora mismo y sal si no quieres que arme un escándalo y mi hermano se dará cuenta de quién eres!

— Puedes gritar, JungKook no te oirá, está en su cuarto con los auriculares a todo volumen puestos — se burló.

— Ya me estás cansando, dame la toalla, ahora — puse un pie fuera de la bañera pero él me impidió salir, hizo que volviera a entrar y lo hizo conmigo.

Ahora nos encontrábamos dentro de la bañera los dos. Su cuerpo estaba tan pegado al mío que podía sentir su pecho subir y bajar.

— ¿Acaso no dijiste que no tratarías nada conmigo? Vaya, eso no duró ni media hora — hablé temblorosa.

— Lo dije, pero que puedo hacer si eres tan caliente — pasó su mano por mi cintura, la corriente eléctrica viajó por todo mi cuerpo — Tan linda — besó mi mejilla y sentí como se erizaba mi piel.

No puedo caer en su juego, aunque quiera no puedo corresponder a sus caricias porque sería caer demasiado bajo.

Corrí mi mano hacia atrás y abrí el grifo dejando que nos empapara de agua a los dos. El de un movimiento se alejó y me miró negando con la cabeza.

— Buena jugada, pequeña — salió, yo rápido tomé la toalla y me asomé en la puerta.

Diablos. JungKook venía caminado en esta dirección y se topó con Jimin.

— ¿Qué te pasó? — preguntó — ¿No se estaba duchando, In? — mierda, mierda ¿Ahora qué?

— Sí, me llamó porque el grifo estaba roto, traté de arreglarlo y terminé empapado. Pero no te preocupes, ya todo está arreglado — contestó tranquilamente y siguió su camino escaleras abajo.

Mi corazón se tranquilizó al ver que todo estaba bien. Terminé de vestirme y salí del baño hacía mi cuarto.

(...)

Ya eran más de las seis de la tarde y yo aún estaba en mi cuarto pensando en lo que había sucedido. Ese chico en verdad no tiene respeto por nada, ¿cómo se atreve a hacer eso? Por dios, nunca en mi vida había pasado tanta vergüenza, se que él ya me a visto desnuda, pero eso no quita que a mi me dé pena.

Sentí el auto de mi madre estacionarse abajo y corrí por las escaleras a recibirla, trataría de estorcionarla para que echara a Jimin de aquí. Llegué a la sala y me encontré con una hermosísima escena.

Mi querido hermano estaba sobre el sofá viendo el fútbol acompañado de Hoseok, SeokJin y claro, Jimin, él no podía faltar. Parecían tontos gritando por cualquier tonta patadita que daban los jugadores.

— Parecen niñas gritando — les dije y fui a abrirle la puerta a mi padre — ¡Mamá! — ironicé, ya estaba actuando para que me escuchara — Te extrañé un montón.

— Sí como no, anda dime, ¿qué cosa quieres que te compre ahora? — alzó sus cejas.

— Que dices — me reí — No quiero nada, en serio te extrañé mucho mami— antes de cerrar la puerta vi que Yuhe se acercaba y le dejé la puerta abierta.

Mi madre fue a besar a su querido hijo y se quedó parada en la sala donde estaban los chicos. ¿Qué querá?

— ¿JungKook puedes atenderme un segundo? — el bajó el volumen de la televisión completamente y le presto atención — Tú también In.

Me acerqué y miré de reojo a Jimin y claro él me estaba mirando.

— Su padre está muy triste de no poder pasar estas vacaciones con ustedes — comenzó a hablar — Dice que lo siente y que los recompensaría — me miró y luego a Kook — Les alquiló una casa en la playa, para que pasen unos días allá.

— ¿En serio? — JungKook se impresionó. Hasta yo me impresioné, mi padre es un poco tacaño así que esto es un gran milagro — Es genial, así podemos ir todos.

— Lo siento, JungKook pero no puedo ir — vaya, creo que no iremos a la playa de todas formas — Pero ustedes sí. JungIn ya cumplió los dieciocho, es una chica responsable y pueden ir ustedes juntos. Además también le pediría a Jin que los llevara y cuidara — yo miré a Jin y se veía que la idea le encantaba.

— Claro que iría con ellos — dijo amable.

— Bueno, entonces todo está dicho. Jimin, Hoseok y Yuhe también pueden ir con JungKook e In — todos comenzaron a festejar y yo miré a Jimin quién no me quitaba los ojos de encima. Su habitual expresión de risa.

— Es genial, iremos de vacaciones juntos — se alegró Yuhe — Pero veo que hay personas nuevas, ¿quien es él? — señaló a Jimin.

— Una pesadilla.

Sick Boy; pjmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora