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Mi corazón se detuvo al escuchar sus palabras. Él lo había dicho, de verdad habia escuchado esas palabras de Jimin. Se detuvo en sus caricias y volvió a mirarme a los ojos mientras sonreía.

— ¿Por qué siento esto solo contigo? — puso su dedo sobre la comisura de mis labios y trazó una línea sobre ellos — Dime, ¿por qué me haces sentir de esta manera y decir cosas que nunca había dicho antes?

Mi corazón se sentía como si fuera a salirse de mi pecho. En verdad no creía estar escuchando estas cosas de Park Jimin, pero lo estaba haciendo y eso me habia llenado de felicidad.

Pasé mis manos por su cuello y dejé un corto beso en sus labios.

— Yo también te quiero, Jimin — hablé tranquila — Creo, que me he enamorado.

Terminé de decir esas palabras y Jimin me dejó sin poder hablar. Sus labios habían vuelto a pegarse a los míos con mas rapidez que antes. Adentró sus manos en mi blusa y comenzó a acariciar toda mi espalda hasta llegar a mi cintura. Me removí sobre él para estar mas cómoda y presioné mi feminidad con su miembro erecto haciendo que soltara un gemido.

Sus movimientos se estaban haciendo más rápidos y salvajes. Estaba segura de que era capaz de todo así que lo detuve.

— Jimin... — no terminé la oración porque habia metido su mano en mi pantalón haciendo que me tensara en ese mismo momento. Lo quería, quería esto tanto como él. Pero no así.

— Jimin no. No quiero volver a lo mismo, esta vez quiero que las cosas sean diferentes entre tú y yo.

— ¿Qué es lo que pasa? ¿Qué es lo que quieres que haga? — sus ojos se clavaron en los míos.

— Solo quiero empezar bien esta vez, además estamos en un auto, Jimin. No creo que sea un buen lugar para. Ah,  Jimin — ok, a la mierda.

De un solo movimiento había metido uno de sus dedos dentro de mi, comenzando a moverlo en círculos lentamente.

Lo miré y lo vi sonreír victorioso. Sabía que había conseguido su propósito. Otro de sus dedos se introdujo dentro de mí y ahogué un gemido enterrando mi rostro en su cuello, sintiendo su aroma varonil.

Llevé mis manos hacia su camisa logrando quitarsela y pasé mis manos por su bien formado abdomen para después repartir mojados besos desde su cuello hasta su ombligo.

Sacó su mano de mi pantalón y colocó una en mi cabello y la otra en mi hombro haciendo que bajara mi cabeza. Con mis menos desabroché su pantalón y lo bajé junto con su bóxer, ahora podía admirar su gran erección, mordí mi labio inferir. La tomé entre mis manos y comencé a masturbarlo mientras él me miraba con sus ojos semicerrados y su cabeza hacia atrás.

Llevé mi cabeza hacia delante y metí su miembro en mi boca. Comenzando a mover mi lengua por toda su anchura metiéndolo y sacándolo. Las manos de Jimin llegaron hasta mi cabeza y la empujó hacia delante.

Saqué su miembro de mi boca y con su ayuda volví a posicionarse a horcajadas sobre él. Quitó mi blusa junto a mi sujetador y deslizó sus manos hacia mis senos, comenzando a masajearlos en círculos para después llevar su rostro hacia delante y lamerlos. Un gemido salió de mi boca al sentir una corriente recorrer todo mi cuerpo.

Y otro gemido salió al sentir la erección de Jimin dentro de mi sin previo aviso. Me contraje al sentirlo enterrando mis uñas en el asiento.

— Estás estrecha pequeña — lamió sus labios y me miró con ojos lujuriosos mientras comenzaba a moverse sobre mi al cambiar de posiciones.

Jimin seguía embistiendome mientras devoraba mis labios y yo pasaba mis manos por todo su cuerpo moviendo mis caderas al mismo ritmo que él.

Sentía que estaba a punto de llegar al orgasmo y mi piel se erizaba al sentir el placer que esto me estaba provocando.

— Eso es preciosa... — sentí la voz de Jimin algo ronca y sentí como se corría luego de tener su orgasmo después del mío.

Su cuerpo reposó sobre mi unos segundos.

— Te quiero — susurré en su oído, pero no recibí respuesta alguna. Mi corazón se sintió herido, pero recordé lo que me había dicho antes y borré el dolor.

Nos quedamos así unos minutos, abrazados mientras Jimin pasaba su mano una y otra vez sobre mi cabello. Dio un beso en mi frente y se levantó con la respiración un poco mas calmada.

— Ok, vámonos de aquí — lo escuché decir y vi como sacaba las llaves del auto y lo encendía.

— ¿Qué vas a hacer? No me digas que te llevarás el auto de SeokJin — fruncí el ceño terminado de abrochar mi pantalón.

— Exacto — rió.

— ¿Estás loco? — pregunté alarmada — Si hacemos eso mañana saldremos hasta en el periódico.

— Vamos, no me digas que nunca has querido hacer algo como esto — alzó sus cejas — Y más si es a Jin.

Es cierto, siempre he querido hacerle una maldad de estas a Jin. Es que es muy gracioso cuando se molesta. Volví a mirar a Jimin y lo vi ladear la cabeza esperando mi respuesta.

— A la mierda con todo ¡Vámonos ya! — grité como loca y sentí el sonido del motor encendido.

(...)

No sabía hacia donde Jimin se dirigía. Simplemente decidí confiar en el y me recosté en el asiento mirándolo con una sonrisa. Verdaderamente era hermoso y se veía mucho mas guapo manejando.

— ¿Por qué estabas triste? — me atreví a preguntar. La verdad no habia olvidado en ningún momento su expresión de antes, verlo así realmente me habia dolido.

— No te preocupes. No tiene nada que ver contigo así que no te interesa — respondió algo seco, pero me miró con sus ojos tristes.

— Jimin, de verdad, puedes confiar en mi. Yo solo quiero ayudarte, no quiero que te sientas solo — posé mi mano sobre su mejilla y la acaricié.

Dirigió su mano a la mía y la tomó para besarla.

— Lo sé — suspiró — Solo que, no quiero hablar de eso contigo. No vale la pena.

Lo entendí. Jimin no se sentía bien para decirme lo que fuera que le estuviera pasando. Y, aunque yo quería saberlo, no le volví a insistir. Pienso que algún día confíe en mi.

Sick Boy; pjmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora