Capítulo 6: Una nueva oportunidad

1.1K 70 20
                                    

Hola! Después de un día especialmente agotador os traigo un nuevo capítulo :) Y para que podáis empezar a visualizar un poco por dónde se mueven nuestros protagonistas, un mapita con parte de Gea :)

Espero que os guste.

Un beso.


...



Capítulo 6: Una nueva oportunidad



Montañas Thaalbern, Throndall, 17 de diciembre de 1.808 CIS (Calendario Imperial Solar) – 11 años antes



—Así que te llamas Lambert, ¿eh? —pregunté con curiosidad, uniéndome a él a los pies del strider Dominator de Alexander Tiberian, donde habían asignado al agregado unos días atrás, antes de iniciar la misión.

Además de Lambert, se nos había unido otra persona más a la unidad: Oskar Orsini, el jovencísimo e inexperto hijo del legatus Kaspar Orsini. Él, por suerte, al menos sabía dirigir su propio strider.

—Janus Lambert, sí, cronista —respondió el hombre con voz temblorosa, acercándose a mí con paso rápido. Incluso sin haber participado en el combate, el recién llegado mostraba signos de nerviosismo propios de un novato.

Arianne Serra no tardó más que unos segundos en descender de su propio Cónsul y reunirse con nosotros. Saludó con un ligero ademán de cabeza.

—Ey, qué pasa —dijo tranquilamente, aprovechando que al fin salíamos de las cabinas para encenderse un cigarro—. El decurión quiere que echemos un vistazo, ¿no?

—Sí —afirmé. Saqué de mi mochila la linterna y la encendí, dibujando un halo de luz blanca sobre el suelo nevado. Ante nosotros, recortada contra la oscuridad de la noche, la línea de árboles se extendía hasta el horizonte. A nuestra espalda, en cambio, teníamos las montañas Thaalbern, nuestro objetivo—. Espero que no hayas cenado demasiado, Lambert, es probable que acabes vomitando.

Arianne y yo nos adelantamos, adentrándonos en el ahora silencioso claro donde acababa de acontecer una brutal batalla. Tras varias largas jornadas de viaje en las que la Aurora había capitaneado el avance de la VI Cohorte por la orilla izquierda del río Thaal, nuestra unidad había elegido la falda de las altas montañas Thaalbern para hacer un alto. Nuestro objetivo en aquel gran operativo era el de asegurar que ningún grupo de disidentes pudiese atacar al príncipe Doric y su Legio Vulcana por el flanco. Para ello toda la cohorte había sido destinada al complejo entramado de cuevas y caminos que rodeaban la zona donde nos encontrábamos, con la Aurora a la cabeza. Y hasta aquella noche todo había ido bien. Por el camino habíamos encontrado varias aldeas abandonadas y algún que otro resto que indicaba que los Tigres de Hielo, nuestro enemigo, había pasado por la zona, pero poco más. La travesía había sido muy fría pero agradable. Relajada. Sin embargo, aquella noche todo había cambiado. Estábamos a punto de bajar de los striders, con los motores ya parados, cuando de repente una oleada de norteños a pie había acudido a nuestro encuentro. Algo absurdo teniendo en cuenta nuestra superioridad a bordo de las máquinas, pero que no les frenó. El enemigo atacó con todas sus fuerzas, usando para ello todo tipo de armamento, desde fusiles a palos, y tal y como habíamos previsto, en apenas unos minutos los neutralizamos.

No habían sido una amenaza real para nosotros. De hecho, el propio Florian había visto la derrota tan obvia por parte del enemigo que había decidido enviarnos a Arianne y a mí a comprobar a quién nos habíamos enfrentado.

Nyxia De ValefortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora