Nyxia De Valefort

Capítulo 24: La Unidad Hielo

Y después de ver a Doric, a las dos emperatrices y a Loder... hoy os traigo al mismísimo Voivoda Rojo, Harkon Vandalyen, el gran eje alrededor del cual gira esta historia... :) ¡A disfrutar el capítulo!

Capítulo 24: La Unidad Hielo

Palacio de Verano de Delphys, 23 de julio de 1.811 CIS (Calendario Imperial Solar) – 8 años antes

—Los temas que se van a tratar en esta reunión son totalmente confidenciales, así que invito a aquellos que no os consideréis capacitados para mantenerlos en secreto a abandonarla.

Ninguno de los presentes dijo nada. Ni Loder Hexet, ni el centurión de la Casa del Invierno que había a su lado, Marcellus Brax. Tampoco Helena Cysmeier, ni el extraño tecno-mago que se encontraba en el otro extremo de la mesa, Wolfram Kobal. Horas atrás lo había conocido y decía ser de Ballaster. No sé, costaba de creer teniendo en cuenta lo que pensaba sobre el Credo Solar.

El senador Morven fue el único que reaccionó y únicamente para asentir con la cabeza.

Satisfecho, Lucian Auren nos dedicó una intensa mirada a todos y cada uno de los presentes, agradeciéndonos nuestra colaboración y presencia, y tomó asiento en el cabecero de la mesa, en la butaca que le habían reservado entre Kobal y Brax, juntando las manos. Sus ojos, tan brillantes como de costumbre, denotaban cierto cansancio.

—Los rumores sobre un posible tratado de paz entre Albia y Talos están en boca de todos —empezó—. Mi hermano, el Emperador Konstantin, lleva tiempo trabajando en ello, y todo apunta a que en unos meses se llevará a cabo la firma de la alianza. Como imaginaréis, éste es un tema que me preocupa enormemente. Aunque Konstantin no quiere verlo, Talos está utilizando su influencia para socavar la unidad y la seguridad del Imperio a través de su brazo armado: Némesis. Tan solo tenéis que leer los titulares de su prensa afín: están ensalzando la política apaciguadora de Albia únicamente por el beneficio que van a sacar de ello. La auténtica Talos es aquella que desprestigia a los albianos tradicionalistas como el senador Morven o yo mismo. —Lucian negó con la cabeza—. Lo más grave es que mi hermano lo sabe. Incluso mi sobrino Doric es consciente de ello, pero no quieren escucharme. Dan prioridad a las relaciones con esos traidores e incluso están dispuestos a renunciar "a perpetuidad" a cualquier derecho o reivindicación territorial sobre las tierras talosianas... ¡Se están rindiendo! Consideran que ese territorio está perdido. Pero no solo eso, algunos de vosotros quizás no sois conscientes de ello, pero hace tres años una de las células de Némesis llamada la Corte Carmesí atentó contra mi sobrina Selyne. Mis agentes de la Casa de la Noche lograron detectarlos y frenarlos a tiempo, pero sabe el Sol Invicto lo que podría haber sucedido de no haberlo hecho. Probablemente ahora estaríamos lamentando una muerte más a manos de Némesis. Por desgracia, esta nueva afrenta fue tratada con desidia por parte de la Corona, limitándose a condenarla con la boca pequeña y exculpando a Talos de toda responsabilidad. Senex Jarrus, el líder de la Corte Carmesí, sigue con vida, y lo que es peor aún, libre. Es por ello por lo que, como ya sabéis, fundé la Unidad Hielo, un grupo organizado que responde solo ante mí. La Hielo vela por los intereses de Albia, llegando hasta donde la política oficial no permite.

Desconcertada ante el torrente de información y sus implicaciones, desvié la mirada hacia Loder. Por su expresión, supuse que el centurión estaba tan desconcertado como yo. El resto de los presentes, sin embargo, parecía saber perfectamente de qué estaba hablando Lucian. Lógico, ellos formaban parte.