Nyxia De Valefort

Capítulo 9: "La Última"

¡Hola! Hoy os traigo una ilustración de Nyxia que algunos ya habéis podido ver en mis redes :) Como veis, es una adaptación muy interesante de la ya Gran Duquesa de Ballaster. Espero que os guste y, sobre todo, que disfrutéis de este capítulo ^^ Apuesto a que después de leerlo cambiará un poco vuestra visión sobre todo...

¡Un beso!

Capítulo 9: "La Última"

Campamento de la Legio Vulcana, 13 de enero de 1.809 CIS (Calendario Imperial Solar) – 10 años antes

No les importaba nada. Ni la Aurora ni mucho menos mi strider. ¿Sacramentum? ¿Qué era para ellos aparte de una distracción en su maldita obra de teatro? Doric Auren había viajado hasta Throndall para mejorar su imagen, para hacerse fotografías con la cabeza decapitada de Alaric y aparecer en todas las revistas. Quería que todos lo viesen como el futuro gran Emperador que creía que era, y para conseguirlo no había tiempo que perder con los desgraciados del Escuadrón Aurora. Después de todo, ¿quiénes eran aquellos caballeros piloto salvo un puñado de hijos de Ballaster?

No éramos nada para él y sus hombres, y mientras sus mecánicos deambulaban sin interés alguno alrededor de mi strider, curioseando más los estandartes que lo decoraban que molestándose en repararlo, aquel pensamiento cobró especial fuerza en mi mente. Puede que con el tiempo se convirtiese en un gran líder, pero en aquel entonces solo era un niño hambriento de aventura y reconocimiento. Nada más. Por suerte, su tío era diferente. Lo había sabido desde el principio, cuando nos conocimos en el Pabellón de Mando. En aquel entonces se había mostrado como un gran hombre, un firme defensor de su país y de su religión; un hombre en el que se podía confiar.

Semanas después lo había vuelto a demostrar, creyendo en mí cuando lo más fácil hubiese sido tacharme de demente, tal y como hubiesen deseado poder hacer sus hombres.

Y aquella noche, veinticuatro horas después, volvió a hacerlo.

—Nyxia, ¿verdad? —preguntó uno de sus enviados, dándome un suave toque en el hombro para captar mi atención. Probablemente hacía rato que me llamaba, pero tal era mi concentración en las tareas de reparación que estaban llevando a cabo a mi strider que había desconectado de la realidad—. Nyxia De Valefort.

—La misma —respondí, reconociendo en el centurión de la Casa del Invierno que tenía ante mis ojos a uno de los más cercanos hombres del príncipe Lucian—. ¿Qué sucede?

—El legatus quiere verte. Acompáñame, por favor.

Loder Hexet, pues aunque en aquel entonces no lo sabía, se trataba de él, me guió a través del campamento hasta la tienda de mando del príncipe, donde éste ya me aguardaba con su gruesa capa de plumas negras cubriendo sus anchas espaldas. Lucian Auren me saludó con un ligero ademán de cabeza, con la expresión algo más seria de lo habitual, y me hizo un ademán con la cabeza para que lo acompañase hacia un habitáculo situado no muy lejos de allí. Apostados en la entrada, armados y con los rostros cubiertos por sus cascos, los dos pretores de la Casa del Invierno que se encargaban del turno de vigilancia nos saludaron con un respetuoso saludo.

Lucian desenfundó su espada y se adelantó, agachándose un poco para poder atravesar el pórtico de entrada. Una vez dentro, me pidió que me uniese a él en el interior del estrecho recinto donde, para mi sorpresa, aguardaba una tercera persona. El príncipe dirigió la punta del arma hacia ella y le ordenó que se levantase.