El Ángel Exterminador

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¡Sí nuevo capítulo dominguero! Aunque los seguidores de nuestro grupo de facebook ya habían tenido un adelanto ;) ¡Ojalá lo disfrutéis!

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― ¿Qué ha querido decir con eso? ―preguntó Miriam, confusa, al tiempo que emprendíamos camino a través de lo que parecía un inmenso campo de cultivos, con una senda que nos separaba de metros de inmensos tallos que era mejor cruzar de noche, ya que con el caer del sol muchas criaturas duermen.

Me encontré en una encrucijada porque como he dicho mil veces soy pésimo inventando excusas, y en aquel momento iba a necesitar una buena para salir del paso.

Suspiré.

―Es complicado, Miriam ―tercié.

― ¿Complicado en el sentido de que una mente humana y estrecha como la mía sería incapaz de dilucidar tan encriptada información, o complicado en el sentido de que no encuentras palabras para exponer una cuestión tan aterradora como la que sospecho que tienes en mente?

No pude evitar romper a reír.

―Eres el ser más curioso y perspicaz que jamás haya conocido, Miriam Rouge ―admití.

Sonrió.

―Lo tomaré como un cumplido, desde luego, pero sigues sin responder a mis preguntas.

Me encogí de hombros, resignado a que Miriam acabaría por descubrir algo de mí que ninguno de mis compañeros sabía.

―Complicado en el sentido de que es difícil de explicar ―concedí.

Asintió, sin poder disimular su curiosidad.

― ¿Qué clase de cuestión aterradora consideras que guardan mis entrañas? ―Me adelanté.

Seguimos andando en silencio durante un rato, de seguro Miriam organizaba sus pensamientos.

―Ella ha dicho, y cito textualmente, "Que la suerte sea contigo, y con todos los que te respalden", ¿Cierto? ―inició su periplo deductivo.

Yo asentí.

―De ello deduzco, corrígeme si me equivoco, que hay alguna razón por la tu existencia es importante en la dimensionalidad, y que no es casual que hayas regresado, ni que lo hayas hecho precisamente ahora ―aventuró―. Te fuiste sin despedirte, y eso solo lo hace alguien que no planea regresar nunca. Luego lo que tengas que hacer ha de ser necesariamente muy importante, porque de lo contrario nunca habrías vuelto.

La observé, sorprendido.

―Bueno yo...

Levantó la mano para que me callase.

―No he acabado ―apuntó―. También ha dicho, repito y puntualizo, "y con todos los que te respalden", de lo que puedo dilucidar que existe una parte de la dimensionalidad, no sé si los humanos o una parte de la comunidad paranormal, que está en contra de lo que quiera que tengas que hacer y tratará de evitar que lo lleves a cabo. Por no mencionar que conocía tu nombre y eso ha sido muy creepy, admítelo ―concluyó riéndose.

Sonreí.

Sabía que Miriam era brillante, pero no que su capacidad deductiva llegase a esos límites.

―Eres jodidamente lista, ¿Te lo han dicho alguna vez?

Los dos reímos.

― ¿Necesitas alguna explicación más? ―pregunté.

Sonrió con cierta tristeza. Su capacidad deductiva se llevaba por delante la de cualquier mente que hubiera conocido, no le llevaría mucho entender que aquello tenía muchas cartas para no acabar bien.

SLADERS (II). LA LLUVIA DE FUGACESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora