MotorSport

Hold My Liquor II

—Lo siento, pero la pista es redonda y creo que solamente hay espacio para que corran dos coches sin peligro.

Steve se encuentra de pie frente a todos nosotros que escuchamos atentos a todo lo que nos dice. Al parecer no consideró que el hecho de que la pista es redonda y no ovalada el corredor de la esquina interior tendría menos espacio para dar una vuelta decente y que no causará un accidente; así que ahora se encuentra informándonos que solamente uno de nosotros puede correr contra uno de los Thompson.

—¿Y no pensaste en eso antes, idiota? —pregunta Ace rodando los ojos con fastidio.

—Okay, primero que nada: respétame. —dice Steve levantando el índice hacia la castaña que rueda los ojos con fastidio—. Ya están aquí, no pierden nada —se encoge de hombros—, Preston está dispuesto a correr sin Park, ¿que hay de ustedes?

Storm y yo nos miramos con duda con los brazos cruzados y creo escuchar cualquier cosa que esté pasando por su mente. Por la mía solamente pasan mis pensamientos de que me siento un poco borracho por las tres cervezas que he bebido. Vaya que he perdido condición.

—Yo lo haré. —claudica mi hermano levantando una mano.

***

—Con cuidado, baby. —le grito desde mi lugar frente al Comet y levanto un pulgar para darle ánimos.

Me regresa la seña y sonríe ampliamente, lanzándole un beso a Sophia que pone los ojos en blanco. La rubia ha dejado de lado sus convicciones en contra de Eli y ambas hablan animadamente con Jet y Brooks sobre algo que las hace reír, Brooks cuenta una historia haciendo señas con sus manos y provoca las risas de ambas chicas.

—Estás borracho, Santo. —se burla Ace al darse cuenta de mi ensimismamiento en las otras dos chicas—. Tranquilo, Brooks no te va a quitar a la novia. —bromea.

—Eso no me preocupa.

Asiente y se empuja con los pies para sentarse en el cofre del Comet para ver la carrera junto a mí.
Preston se coloca junto a Storm en la pista justo frente a nosotros y esperan a la indicación del chico parado en el medio sosteniendo una bandera verde para darles la señal de comienzo.
La respiración de la castaña junto a mí se acompasa lentamente y por el rabillo de mi ojo puedo verla admirando hacia la pista y a Steve que se ha sentado en el techo del camión abandonado, coloca ambos pies en la defensa del coche y apoya los codos en las rodillas, descansando su rostro sobre sus manos, su falda se levanta un poco y puedo sentir su el hueso de su rodilla rozando con mi brazo, incluso ese roce me hace morirme un poco por dentro, y los recuerdos de sus ojos nublados y la expresión de placer en su rostro aquella noche, aparecen frente a mí haciéndome distraerme un poco.

—Ojos al frente, Lewis Hamilton. —susurra y sonríe tímidamente.

—Ni siquiera voy a pelear. —río.

Voltea a verme y sostiene su media sonrisa sin mostrar sus dientes.

—¿Qué haces, Saint? —me pregunta en voz baja y se acerca un poco más a mí, tocando por completo mi brazo con su muslo.

Es una asesina.

—Creo que estoy borracho. —confieso provocando sus risas—. Y creo que quiero besarte. —termino en un resoplido.