Hay enemigos que desencadenan batalla infinitas, sin darse cuenta un ser planea su primer movimiento hacia la destrucción de la humanidad.
¿Podrán nuestros protagonistas derrotarlo ó caerán ante la desesperación total?
「"Escucha mis susurros en la o...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿Porque?, ¡¿Porque lo hiciste?!.—Cuestionó Pares mientras aún miraba con asombro al chico, ahora le había atravesado el estómago con la espada.
En ese momento entendió lo que Kirito dijo,"renunció a mi vida para preservar la tuya".
— Lo siento.-Dijo Kirito. La chica retiró rapidamente la espada y él Sao inevitablemente cayó al suelo.
La albina miro todo con impacto.
—No puede ser..—murmuró Cataleya con sorpresa pero rapidamente asimilo todo.
Se sorprendió aún mas al escuchar una pequeña risa, rápidamente volteó hacía el origen.
Allí estaba la albina con una sonrisa, Las pequeñas risas se volvieron carcajadas. Lagrimas caían de su rostro, el cual era cubierto con una sombra de la parte superior. La chica hizo la cabeza hacia atrás, sus carcajadas se tornaron aún mas fuertes, así transformandose en gritos, posteriormente los gritos se convirtieron en un feroz llanto. Su punto de quiebre ocurrió, cayó de rodillas al suelo mientras se cubría el rostro con ambas manos.
No quiero despertar, Junto a ti porfin podre olvidar que la pena siempre fue mi hogar. Llevame no puedo respirar, quiero tenerte junto a mí.
—¿Porque siempre es lo mismo?—Se cuestiono.— ¿Porque me dejas de nuevo?..
— Lo hiciste bien, Pares. Es hora de irnos.— Decía Hiro poniendo una mano en el hombro de la mencionada la cual tenía lágrimas recorriendo sus mejillas.— ¿Que pasa?.
—Kirito, él..murio —Intento decir Pares.
—Recordaste su nombre.—Pronunció Hiro con seriedad.— Me imagino que recordaste parte de tu pasado pero tranquila, estoy aquí para hacerte olvidar tus miedos y ahogar tus tristezas.—Pasó la mano izquierda por la cintura de la Sao en cambio que su mano derecha la cual le tapó los ojos.
— ¿Olvidar?.—Penso Pares mientras Hiro se dedicaba a drenar la poca energía que le quedaba provocando que cayera desmayada.
—No tenía nada de energía, debió hacer un esfuerzo para seguir peleando. Mi niña, realmente creció mucho.—Mentalizo Hiro pasandole la chica a Shu.—Ponla a salvo en la nave.
— No tienes que decirlo dos veces.—Pronunció llevándose a la Albina.
— Bien, ahora ¿Que se siente perder todo en unos segundos?.—Cuestionó Hiro al ver a la Saiyajin con múltiples heridas.—¿Que se siente que todo lo que ganaste y lograste se esfume?.
—Maldito..—Gruño.
— Pronto este planeta será destruido, junto a tus amigos y familiares, tus compañeros murieron en batalla.—Confesó para luego sonreír.—Puedes tranquilizarte con tu hermana, la cuidaré bien. Despues de todo, eligió estar conmigo.
—¿Todo se acabo?.—Se pregunto.
— Cataleya.—Llamó el castaño y está de sorprendió del tono.
La chica lo miró, parecía triste.
—Perdóname por todo esto.—Pidió.— Realmente lo lamentó.
—¿Porque me pides perdon?.—Cuestionó con sorpresa.
—Se que esto no alcanza para compensar todo pero..—Intentó decir mientras ponia su mano en la frente de Cataleya.—Yo..era tu amigo.
Logre encontrar en tus lagrimas la calidez para comprender al fin que es la compasión. Y aun nose, el porque no paro de causar daño a los demas, alimentando todo rencor.
Destellos centellaron frente a la Saiyajin, recuerdos que incluso ella había olvidado. En aquellos momentos que jugaban y se divertian, ¿como olvido eso?.
—No soy adivino, no soy lector de mentes pero supongo que convocaron a alguna cosa para hacer que la mayoria olvide eso.—Mencionó Hiro.— No quiero lastimarte ni a ti, ni a Pares.
—Entonces..—Intentó adivinar, se sentó y miró la mano. Él castaño le obsequió la suficiente energía para recuperarse un poco.
—Me ire de este planeta pacíficamente.—Respondió.— Pero me llevare a Shu y Pares.
— ¡¿Pero porque?!.—Exclamó.
—Ellos quieren seguirme, les mostré una version de su vida creada por mí y la que realmente vivieron, ellos decidieron eso.—Aclaró.— De todas formas no puedo dejar a Pares aquí sufriendo, estará mejor conmigo.
La Saiyajin intento asimilar todo, él no era el enemigo. Después escucho pisadas.
—¡¿Que es?!.-Preguntó en voz alta, asustando al castaño que volteó.
Eran al menos cinco, cinco figuras plateadas que imponían autoridad. De alguna forma..¿estatuas vivientes?. Al menos esa fue la ilustración que dieron.
— ¿Acaso robots?.—Pensó Cataleya.
—Se supone que ya no hay nadie aqui.—Pronunció Hiro.
—Lamentó informarle que deben desaparecer del lugar.—Anunció uno de ellos.— Su existencia ya no es necesaria.
—¿Disculpa?.—Cuestiono Cataleya con extrañeza.— ¿Son tus soldados?
—Puedo asegurarte que no son míos.—Confirmó.— Alguien nos tendió una trampa.
—¿Una trampa? ¿Ahora?.—Se quejó la Saiyajin.— Acabare con ellos.
La chica se lanzo hacia una de las figuras dandole una patada.
—¿Que es esto?.—Pensó al momento de golpear.— ¿Metal lo suficientemente duro para resistir mi patada?