[WITD] »Whispers in the dark«.

»62«

Por alguna razón para Shuichi los soldados empezaron a perder eficacia.

— ¿Qué esta pasando?.—Preguntó él peliazul y llevó su mirada al albino con enojo.— Algo hizo él pero, ¿como se enteró para que servían aquellos controles?

Él Shirosagi recordó al subordinado que Shu había lanzado hacia él, dirigió su mirada hacía su primer modelo que pudo haber salido defectuoso.
Antes de verle el rostro una cuchilla había sido puesta en su garganta.

— Slave Golem Type-01, ¿que haces? —Interrogó Shuichi con molestia y sorpresa.

— Yo no soy uno de tus esclavos.—Declaró Eugeo, sus heridas y magulladas se habían rehabilitado.— Todo fue para este momento.

— Así que eres un traidor.—Murmuró él peliazul, él Sao aun en estado Golem retiró su mano con forma de espada.

— No puedes considerar traidor a alguien que ni siquiera se te unió.—Habló él rubio.— Debiste estar mas al pendiente al momento de mi conversión.

— Maldita chatarra.—Se quejó el Shirosagi.

— No te mataré, mi trabajo solo era enviar un informe de que pasaba en tú nave. Ahora que lo eh enviado, vienen refuerzos.—Pronunció Eugeo.

— ¿Quién eres realmente? —Cuestionó Shuichi.

— Eugeo, élite de la patrulla galáctica.—Dijo.— Estas acabado, Shuichi.

— ¿Eso crees? —Sonrió de lado.

[...]

— Nos diste el susto de la vida, Hiro.—Mencionó Gohan.

— ¿Dónde esta Lía?—Interrogó él castaño al notar que la albina ya no estaba con él.

—Tranquilizate, te dije que ayudaría a protegerla, además, es mí hermana.—Habló Shu, este tenia a Lía en brazos.— Sería bueno que empezarás a espabilarte.

Hiro río.

— No creó que pueda volver a espabilarme.—Respondió él Shirosagi.

— Vamos.—Motivo Cataleya.— Tienes todo un futuro por delante, eres muy joven aún.

— veintiséis años.—Reveló Hiro.

—Muy joven, pareces de veinte.—Sonrió la Saiyajin.— Yo tengo veintiuno y parezco de dieciocho, no tenemos mucha diferencia, amigo.

— ¿Amigo, eh?—Pensó mientras miraba fijamente al cielo.— Chicos ¿de verdad somos amigos?

— Pero claro que sí, Hiro.—Declaró Kirito.— ¿A que viene eso?

— Yo les hice mucho daño, intente destruir la tierra incluso matarlos.—Confesó él Shirosagi.— Me siento mal por eso.

— Tienes nuestro perdón.—Dijo Cataleya.— Sí contara cuantas personas intentaron destruir la tierra y al final la terminaron protegiendo, no terminaría de contar.

La pelinegra soltó una ligera risa.

— Pero si dices eso es porque..—Murmuró la Saiyajin.

— Yo..voy a morir.—Contesto él castaño intentando quitarse un filo del cuerpo.— Ya lo habían notado, ¿no?

— No te lo quites, morirás mas rápido.—Advirtió Kirito.— Atravesaron partes importantes.

— Morire de todas formas.—Decía Hiro haciendo caso al Sao.— El simple hecho de moverme me cuesta mucho.

Todos miraron al castaño con impotencia, ¿enserio no había nada que hacer?

— Oh vamos, no haré falta.—Ánimo Hiro.— Me sentiré mal si siguen con esas caras largas.

— Bueno, la verdad no podemos evitarlas.—Comentó Cataleya.

— Ya veo ¿Podrías ayudarme para poder levantarme?.—Preguntó él ojirojo mientras alzaba sus cejas, la chica sonrió de oreja a oreja y acató lo pedido.— Gracias.. oye Shu.

— ¿Qué pasa?—Cuestionó él albino.

— Acercala, por favor.—Pidió él Shirosagi y Shu aceptó, dio pasos al frente para luego inclinarse a la altura del castaño.

— ¿Realmente tengo que decir adiós, eh?—Cuestionó pegando su frente con la de la albina.

Seguidamente volteó hacia sus compañeros.

— Gohan tú nunca intentaste nada contra ella aunque te hizo mucho daño y eso te lo agradezco mucho, Cataleya se que le tomaste rencor pero deberías ponerte en su lugar ya que no tenía otra opción.—Pronunció.— Shu la aceptaste como familia aunque fue por mí culpa pero a pesar de que ahora sabes la verdad la sigues protegiendo, te la encargó.

Él albino asintió.

— Kirito yo se que querías cumplir sus deseos al asesinarla pero créeme que no es necesario.— Dejo escapar una risa y colocó su mano en el pecho de la albina.— No es exactamente la misma pero su esencia persiste..protege estos últimos restos que no se han extinguido, porque de alguna forma ella sigue aquí.

Él Sao apretó los puños al momento que empezó a temblar, miró a la albina y a las heridas que le había hecho.
La apuñalada del Sao aún no se restauraba y no lo haría ya que su energía no era suficiente para que su estado Golem lo arreglará, provocando que la sangre simplemente se desbordara de la herida.

— Te sientes mal, ¿no es así?—Cuestionó él castaño.— No lo hagas, la situación lo necesito pero si quieres enmendar tú error te pido que la cuides y que no la elimines.
Ella dio todo por ti, ¿no crees qué es tú momento para hacer lo mismo?.
No te pido que la sigas amando solo que la dejes sobrevivir en este mundo.

— Yo..daré mi vida si es necesario.—Confirmó Kirito.

— Eso me alegra muc-..—Intentó decir para ser atravesado.

— ¡Hiro!.—Exclamaron al unisono.