|Propuesta y cigarrillos|
Aún recordaba aquellas noches... Noches en las que sin duda alguna eran sus favoritas.
Recordaba cuando solía esperar a que Inko le arropara junto a Deku para luego observar cómo la luz de la habitación se apagaba.
Entonces comenzaba a hablar con Deku y reír con Deku...
Y acabar mirándose fijamente con él, hasta que alguno de los dos se rendía y acababa profundamente dormido al lado del otro.
Katsuki siempre fue el último en quedarse plácidamente dormido.
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.— ¿Estás bien? —escuchó el rubio por tercera vez, trayéndolo así de vuelta a aquella cafetería.
El pastel seguía intacto y su café ya se encontraba frío.
Comenzó a escuchar los ruidos del pasar de los automóviles y el caminar de las personas, lentamente una sensación de ahogo le invadió.
Le faltaba el aire y su respiración estaba agitada.
La servilleta estaba hecha trizas en la palma de su mano derecha y la mirada preocupada de Inko solo le hacía sentir incómodo.
—Entiendo que esto sea un golpe duro para tí, Katsuki-kun. —añadió Inko, bebiendo un poco de su café sin quitarle la vista de encima.
—Yo... realmente no sé qué decir al respecto. —murmuró observando aquella taza blanca intacta.
— ¡Oh nada! La que debe hablar aquí soy yo. —dijo emocionada mientras le tomaba la mano con cariño. —Eres el héroe de mi niño, siempre lo has sido incluso hasta el día de hoy, estaré eternamente agradecida por tu dulce presencia. —agregó mientras sus ojos comenzaban a ponerse llorosos.
Katsuki parpadeó de manera rápida ante aquellas inesperadas palabras. —Yo simplemente hice lo que cualquiera hubiera hecho. —dijo con sequedad, desviando la mirada cariñosa de Inko.
—Además, no tenía idea de que Deku estudiaba ahí, él realmente está muy diferente desde la última vez que lo fui a visitar... —agregó, intentando recordar a aquel niño de doce años.—Eso es lógico mi niño, los años pasan y se notan. —respondió. —Yo... por un segundo dudé que eras tú, estás tan apuesto y varonil, ya no eres el nenito que conocí hace años atrás. —agregó.
—Con razón mi Izuku no pudo reconocer que su lindo profesor de matemáticas se trataba de su querido Bakugou-san. —dijo con mirada pícara.Katsuki clavó sus ojos de inmediato sobre Inko.
— ¿Querido? —preguntó confundido.— ¡Ay! —chilló. —Si supieras... Izuku te admira como nunca, no sé si aún no logra recordar a Kacchan, —dijo con leve tristeza obteniendo como respuesta una mueca dolorosa de parte del rubio. —pero lo que si sé con seguridad, es que mi Izuku no ha podido olvidar a Bakugou-san. —agregó ahora emocionada.
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¡Ah! Katsuki-sensei ¦Katsudeku¦
Fanfiction«A Izuku Midoriya no se le dan bien las matemáticas, pero, ¿quién sabe? Quizás con su nuevo profesor las cosas cambien.» ______________________________________________ ×YAOI (chicoxchico) estás advertido en caso de que no compartas este tipo de gén...