Capítulo 36

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|No te vayas de mi sueño, Deku|

Sus labios se mantenían unidos de una manera totalmente inesperada. 

Desde el ventanal, la luz lunar chocaba contra ambas siluetas. 

Una apasionada. 

Otra impactada. 

Izuku, quien se había mantenido estático en su lugar, de pronto parpadeó. 

Parpadeó para luego fruncir su ceño y actuar. 

Entonces sus brazos actuaron sin pensarlo, sin dudar. 

Un empujón bastante fuerte acabó provocando que Bakugou chocara y se golpeara la nuca contra un mueble cercano a él, provocando un dolor de cabeza insoportable. 

Su vista se encontraba borrosa y su mano fue directamente a la zona de la herida. 

—Aghh… —gruñó mareado, intentando sostenerse de la encimera cercana a él para no caer. 

¿¡QUÉ ES LO QUE LE SUCEDE!? —exclamó Izuku con su ceño fruncido y esmeraldas furiosas, pasando su brazo con fuerza por sobre su boca. — ¿¡ESTÁ CONSCIENTE DE LO QUE ACABA DE HACER!? 

Bakugou le miró con dificultad. 

Le veía doble, le veía furioso. 

No estaba entendiendo nada de lo que estaba pasando. 

Sus ojos carmines se hicieron más pequeños por un par de segundos, intentando observarle bien. 

Pero aún con ello, no había caso

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Pero aún con ello, no había caso. 

Izuku sacudió su playera y soltó un suspiro, intentando calmarse. —Si yo vine hasta aquí fue para darle las gracias, pero eso no le da el derecho de confundir las cosas. —habló, con su rostro furioso y sonrojado. —Quizás no fue un buen momento para venir a visitarlo, el alcohol lo ha convertido en alguien que desconozco totalmente, y sobre todo, ha dicho cosas que me confunden. —murmuró molesto, enfrentando sus ojos contra los de Katsuki.

Tenía una mirada decepcionada. 

Pero Katsuki se mantenía en su lugar, sin decir una palabra.

Trago saliva y mantuvo su mirada en él de una manera arrepentida y confusa. 

Y solo esforzaba su vista para lograr observar bien y no de manera desenfocada como lo estaba haciendo en esos instantes. 

Izuku se percató de ello. —Da igual, —dijo cansado. —ni siquiera sé por qué hablo si usted ni siquiera me está escuchando en estos momentos. —habló molesto, tomando su chaqueta para irse. 

Bakugou notó aquello y con esfuerzo se dirigió hacia él, desesperado y tambaleante. Rápidamente lo tomó de la muñeca y le miró con sus escarlatas preocupadas. — ¡Espera!

¡Ah! Katsuki-sensei ¦Katsudeku¦ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora