Capítulo 23

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|Clase privada|

—Cariño, ¿no piensas atender a tu nuevo profesor? —preguntó Inko con malicia, soportando la risa del momento cubriendo su boca con ambas manos.

Ciertamente Izuku puso una cara horrible, como si hubiese visto un fantasma. Y de hecho hasta pudo haber entrado y salido una que otra mosca sin problema alguno con semejante boca abierta.

Katsuki, quien tenía aquella sonrisa dominante tan característica, tenía sus brazos cruzados observando con gracia a su alumno.

—Si que te sorprendí, ¿eh? —formuló lanzándose al sofá más cercano con toda la confianza del mundo.

—S-sensei... —susurró siguiéndolo con la vista.
—¿Mamá? —formuló a duras penas el pecoso.
— ¡Mamá, t-tú debiste informarme de esto antes! —exclamó comprendiendo todo, con su ceño fruncido.

— ¿Ehh? —respondió de manera burlona.

— ¡Mamá!

Entonces se comenzó a reír. —Izu-chan, yo supuse que sabrías, ¿tienes algún problema con que Bakugou-sensei sea tu profesor privado? —preguntó.

—No, ¡es fantástico! —exclamó con emoción sin pensarlo, sonrojándose a los segundos después. — ¡D-digo, Bakugou-sensei es bienvenido aquí! —corrigió de manera automática, moviendo sus brazos sin cesar. —M-mejor iré por un té... —susurró mientras se iba corriendo en dirección a la cocina, chocando con una silla en el trayecto.

Katsuki no pudo evitar soltar una carcajada.

—Si que está nervioso ese Deku. —formuló mirando a Inko.

—Él apenas durmió anoche por la emoción. —respondió acomodándose en su sofá. —Estuvo estudiando hasta tarde matemáticas, él dijo que quería dejar una muy buena imagen de Bakugou-sensei frente a su nuevo profesor. —agregó, Katsuki que se había quedado expectante ante ese comentario, no dijo nada.

El rubio ceniza pensaba que a veces era bueno no saber cierto tipo de cosas.

—Su té. —susurró Izuku acercándose con sus manos temblorosas frente a Katsuki, dejando el té verde con cuidado en la mesita.

—Gracias. —formuló Katsuki observando como Izuku se dirigía de manera automática a un lado de su madre.

—Y bien... —dijo observando el té en su mano derecha. —ustedes díganme cuándo y dónde empezamos. —habló bebiendo el té.
Realmente a Bakugou no le gustaba para nada el té verde, mucho menos a esas horas, pero no podía despreciar aquel lindo gesto de su alumno.

— ¡Oh, sí! Puedes comenzar ahora mismo Bakugou-kun, la habitación de Izuku está subiendo las escaleras, la primera puerta por el lado izquierdo. —señaló Inko.

Katsuki se levantó de inmediato y con su mochila negra comenzó a caminar hacia donde le había señalado.

— ¿¡AH!? —exclamó Izuku infartante.
— ¡E-espere! —Bakugou pauso su caminata de manera brusca y medio se giró observando a Izuku con una ceja alzada. —Mamá, habías dicho que las clases serían en el comedor. —susurró con tensión hacia su lado.

¡Ah! Katsuki-sensei ¦Katsudeku¦ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora