Capítulo 71

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Izuku Midoriya estaba frente a lo que un día fue el gran e inalcanzable sueño de una pequeña rubia ceniza.

Y Bakugou Katsuki realmente se sentía muy orgulloso de ello, teniendo en cuenta que no importa que tan alocado o estúpido pienses que sea tu sueño.

Tus sueños son tuyos y solo tuyos, esfuérzate en conseguirlos, lucha por ellos aún si demoras años. Y por sobre todo, no permitas que nadie intente apagarlos.

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¡Estamos en Francia!
IV

Primeras inseguridades

Día 01, 14:30

Boquiabierto había entrado a aquel edificio de grandes y relucientes ventanales.

Algunas personas corrían y un sin número de hermosos rostros se observaban avanzar. Aquellos modelos de largas piernas y esbeltas figuras eran simplemente como un mundo completamente diferente, del cual no estaba acostumbrado de visitar.

E Izuku por un segundo se sintió muy tímido y fuera de lugar. Trago saliva y bajó su rostro, impresionado.

Y una palmadita apareció en su espalda de manera suave pero a su vez, veloz y enérgica. — ¿¡Qué sucede, Izuku!? —habla con plena confianza Mei. El pecoso parpadea ante ello e incluso pega un pequeño sobresalto ante la sorpresa, y le mira.

Pero antes de que pudiese responder algo, la chica se le aproximó y tocó sus hombros. — ¿Impresionado por esto? ¿Abrumado? —inquiere observando a su alrededor. — ¿A qué es genial? Yo antes simplemente me conformaba con verlo en las películas. —añade observando con añoro y pasión. —Y ahora... —susurra con sus ámbar brillantes. — ¡Ahhh, definitivamente hoy será un gran día! —exclama avanzando veloz, tomando a Izuku de la muñeca para evitar su escape.

Entendía su sorpresa, él a pesar de todo era un chico. Y seguramente, se sentía muy fuera de lugar en este tipo de ambiente, además de lo joven que se veía. Seguro y estaba pasando por aquellas etapas en donde, las inseguridades llevaban el mando.

Izuku aceleró el paso ante el agarre, abriendo sus ojos con sorpresa y comenzó a correr con ella a través de los pasillos.

Y Katsuki dio una pisada con furia. — ¡Esas mierdecillas hacen lo que quieren! —gruñó acelerando el paso. — ¡Oi, esperenme! —exclama alzando su puño en modo de amenaza.

Así fue como las esmeraldas captaron una enorme puerta blanca emerger y al abrirla, pudo observar un verdadero salón de fotografía profesional.

Abrumado observaba el sin fin de trabajadores correr de un lado a otro y preparando a los respectivos modelos.

— ¡Y es el turno de ustedes! —señala Mei decidida.

Un leve chasquido de dedos fue suficiente para que dos personas se aproximaran hasta ellos y tomaran sus medidas velozmente.

Eso fue lo que notó Izuku, quien un poco avergonzado y sorprendido veía como median su torso y hombros.

Eso fue lo que notó Katsuki también, quien había dejado salir aire pesado de sus narices y sentía la medida pasar por su tórax.

Definitivamente, no extrañaba nada de esta mierda.

Más bien le estresaba, no entendía porqué su madre había querido que al menos una vez por año saliera en sus revistas con sus conjuntos, pero con el tiempo se había tomado ya como costumbre, una maldita costumbre.

¡Ah! Katsuki-sensei ¦Katsudeku¦ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora