Capítulo 10: “Las ventajas de ser una fangirl inútil que patéticamente intentó escribir algo coherente, pero no le salió, porque es una basura”
Querido amigo:
Aún no puedo detener algunas risas que se me escapan de la nada en cualquier momento del día, cada vez que la escena se reproduce en mi cabeza me es imposible no reír.
Debiste ver la cara de Hugo cuando explicó que “simplemente se le pasó” y la cara de Angelo mientras escuchaba a su mellizo. Imaginate nada más; dos caras exactamente iguales, una en total nerviosismo y la otra con las cejas levantadas riéndose de la expresión de su doble. Dignas de quitarles foto, imprimirlas, y mandarlas a encuadrar.
¡Y sin siquiera mencionar a los presentes en la escena! Si te contara detalladamente la expresión de cada uno, probablemente obtendríamos las siguientes consecuencias:
1. Mi muerte a causa de un ahogamiento por la risa.
2. No habrán hojas suficientes, lo que nos llevará a una tala excesiva de árboles para mi uso, que significa luego deforestación, es decir, no habrá oxígeno. Y entonces todos moriremos, no solo yo.
3. Tal vez no use tantas hojas, pero me acabe las que hay en mi casa y entonces tenga que ir al supermercado. Cosa que definitivamente no haré ahora, y por lo tanto no podré terminar esta carta, por lo menos ahora, pero si luego la continúo perderé la emoción y no la sentirás igual.
Y la conclusión es: mejor no.
¿Sentir? Tal vez te has de estar preguntando por qué dije “no la sentirás igual”, o sea, ¿sentir? ¿Qué se supone que sentirías?
Pero… bueno… no sé… yo… siento las letras, siento la emoción en las palabras cuando leo. Es como una puerta al corazón del escritor, uno lee sus palabras y siente el ánima del autor al momento en que escribía eso. Es un vistazo a su alma. ¿Vistazo? Incluso podría afirmar que uno puede definir a la persona por el significado que le da a las letras cuando escribe, si es que lo hace por supuesto. El escritor te envuelve en su mundo y te da ese regalo hermoso de poder conocer sin haber vivido.
“We live and breathe words”
Es impresionante como una simple hoja con palabras simples pueden hacernos sonreír, reír, sonrojarnos, lagrimear, llorar, hacer que nuestro corazón lata aceleradamente, y sobre todo, mirar el mundo con otra perspectiva.
Es un intercambio de energía. No me siento sola cuando leo.
Puedo jurar que cada vez que he leído, he sido infinita.
Cada vez que leo, soy infinita.
Ahora en este momento exacto, leyendo mis propias palabras, me siento infinita.
Infinito. Infinito. Infinito. Infinito.
Oye, me acabo de dar cuenta que he puesto cuatro veces “infinito”. ¡CUATRO!
CUATRO.
¡OH TOBÍAS!
Tobías bebé de la casa, te amo, ven junto a mí, acá te dejé la puerta de atrás abierta… NO. Espera, ¡lo estaba haciendo tan bien hasta hace un momento! ¡AGH! ¡MALDITOS SENTIMIENTOS FANGIRLS!
Esto es una mierda. Estaba redactando una carta de manera sofisticada, y viene este número sexy y me arruina todo. ¿Qué necesidad había de que aparezca esa fandom? Estaba tan poetisa, intentando ser Charlie, y me pasa esto.
De todas maneras, debo finalizar esta carta. Vaya que no puedo controlar mi lado psicótico por un largo tiempo. Ni siquiera por uno corto mejor dicho.
Voy a llorar. Estaba tan profunda, seria, sofisticada, elegante (bueno, no tanto así, pero entiendes el punto), mis novios siempre encuentran la manera de meterse en todo lo que hago. Malditos sensuales estúpidos.
Hazme el favor e ignora todo desde la mención de Cuatro. Gracias.
Infinito. Infinito. Infinito. Infi… Nada. Solo tres infinitos. Creo que lo único que logro con esto es empeorar mi situación.
Putos libros.
Eh, eh, eh, perdón, quiero decir: los libros, este… te abren la mente, nos transportan a otros mundos, vivimos miles de vi… PERO QUE SE VAYA A LA MIERDA TODO.
Los libros nos meten tanto en la historia, que nos convierten en unos obsesionados, psicóticos y extremadamente bipolares fangirls y fanboys. Son unos putos que no podemos sacar de nuestra cabeza. Se apoderan de nuestra vida. Vas a la librería y vendes tu alma al diablo. Es como la mafia: una vez que entras ya no puedes salir. Es terrible, nos pasamos la vida sufriendo, nos enamoramos y obsesionamos de personas que no existen, para que luego llegue un día después de mucho tiempo de amor excesivo en el que nos demos cuenta que esas personas nunca nos podrán amar de vuelta, y entramos a una depresión horrible. Y luego me quieren hablar de “amor imposible”, LEE UNA NOVELA y luego hablamos, ¿ok?
Ay no, y aquí vamos con el tema del “okay”. Los libros me impiden vocabulario, ¿sabes lo que es no poder estar diciendo “okay” sin tener ganas de arrancarte las pestañas? ¿O de no poder ver el número cuatro sin descontrolarte?
Sufrimos tanto, leer es doloroso. Las fangirls y los fanboys pasamos por demasiadas cosas, te diré una vez más por si no te ha quedado claro: SE SUFRE DEMASIADO.
Dedicamos nuestras vidas a algo que nunca nos podrá ser recíproco.
Es… penoso.
Pero aun así, después de toda esta reflexión, aun así, te puedo decir que lo vale. Hay una frase en un libro que me gusta mucho, dice: “amar es destruir y ser amado es ser destruido”.
Yo creo que más bien es al revés.
Amar es ser destruido. Y ser amado es destruir.
Cuando se nos ama pero nosotros no amamos de vuelta, destruimos a esa persona. Y cuando amamos a alguien y no somos correspondidos, esa persona, más bien, ese sentimiento nos destruye.
Simplemente piénsalo.
Con cariño,
Rossana
Bueno, probablemente ese haya sido el peor intento de imitación de “Las ventajas de ser un marginado”, creo que deberíamos llamarlo “Las ventajas de ser una fangirl inútil que patéticamente intentó escribir algo coherente, pero no le salió, porque es una basura”. Sí, perfecto.
Adivina qué, lector imaginario, todos creyeron en la penosa excusa de Hugo, lo único que comentaré al respecto es: LO QUE HACEN LAS HORMONAS.
Estaba esperanzada de poder hablar con Angelo hoy, junto con Estela que estaba emocionadisíma por intercambiar palabras con un fanboy, sin embargo luego del “ojito” que me dedicó (el cual Estela aún no supera y ha imitado terriblemente, ya que no sabe hacer el guiño, cada cinco minutos) no crucé mirada con él ni una sola vez.
Intenté acercarme en el recreo pero adivina qué (dos), lector imaginario: esas mundanas plagas no le dieron espacio para respirar desde que sonó el timbre. Hormonales.
Sin embargo, adivina qué (tres), lector imaginario: Hugo estuvo sin sus admiradoras todo ese tiempo. Pobrecito.
Va, ni yo me lo creo.
Ojalá mañana pueda hablar con mi fanboy, em… es decir, con Angelo. Lo que es la posesividad fangirl, increíble.
Y bueno, me pondré a leer. Alguien me llega a interrumpir, y… solo diré que deseará no haber sido el espermatozoide campeón.
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Fanboy
HumorEl sueño de toda fangirl. ¿Qué chica con graves problemas mentales, reacciones psicóticas por situaciones que suceden en libros, y enamoramiento obsesivo por gente que no existe en la vida real; no ha soñado con encontrar un fanboy? Un chico que pa...