Capítulo 43: CON LOS CACHETES HOMENAJEANDO A CHINA O SIENDO EL CENTRO DE LA BANDERA DE JAPÓN.
—¡Dejame en paz!
—Rossana tenes que... —repitió ella con su tono de voz levantado.
—¡PARA YA! ¡Dejame!
Azoté la puerta detrás de mí y llaveándola me caí al piso.
Mamá golpeó la puerta y me ordenó a abrirle. Yo no podía detener las lágrimas, las lágrimas de pura rabia, reniego, y decepción.
Una vez mi relación con mi padre causaba una pelea entre mi mamá y yo.
Una día más me encontraba llorando por ello. ¿No podía entender acaso que no quiero saber nada de él? ¿Qué no puedes presionar a una persona para que quiera a alguien? Y no hablo precisamente por mí.
Me agarré de los cabellos y zapateé con rabia.
Mi mamá seguía gritándome del otro lado, por mi comportamiento infantil y repitiendo que yo nomas perdía comportándome así con ella.
Sonó el teléfono y eso la llevó lejos. Yo me levanté y me tiré a la cama.
Me desperté con las mejillas bañadas en lágrimas que se habían secado y los ojos hinchadísimos a las nueve y cuatro de la noche.
****
—¡Ey!
Unos labios se posaron por un segundo en mi mejilla derecha, y sonreí reconociendo la calidez de la persona detrás de mí.
—Hugo. —Le sonreí girándome hacia él.
—¿Qué tal amaneció la princesa más linda de todas?
—Con una estaca si es que sigues siendo tan pero tan cursi. —Le tapé la boca. Él me lamió, y yo me aparté asqueada.
Él me agarró al toque y dándome un gran abrazo hundió su cabeza en el hueco de mi cuello, causando que ondas eléctricas recorrieran todo mi cuerpo. Nos aparté.
—¿Qué tal amaneciste?
—Super bien, ¿y vos Rosi?
—Super bien también —le dije con una sonrisa mientras íbamos entrando ya a la clase.
—¿Hiciste la tarea de historia?
Shit.
Cierto.
—No...
—¡¿QUÉ?!
—¿Qué?
—¿No hiciste?
Negué con la cabeza.
—¿En qué planeta estoy que yo hice y vos no?
—Hola corazón —saludé a una compañera con un abrazo de costado, ignorando al Caturelli que al parecer estaba con todas las pilas esta mañana. Loco.
Fui hasta mi lugar y bajé mi mochila al piso y me giré hacia Hugo.
—¿Cuál puede ser la posible razón por la que no hiciste la tarea? —me preguntó totalmente intrigado. Qué teatral yisus.
¿Cuál habrá sido el motivo por el cual se me pasó?
De seguro no por felicidad.
—Me olvidé.
Iba a hablar otra vez cuando llegaron compañeros nuestros y nos saludaron. También llegó Estela al rato y me llevó consigo para cargar agua en su termito.

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Fanboy
HumorEl sueño de toda fangirl. ¿Qué chica con graves problemas mentales, reacciones psicóticas por situaciones que suceden en libros, y enamoramiento obsesivo por gente que no existe en la vida real; no ha soñado con encontrar un fanboy? Un chico que pa...