Fanboy

Veintiuno

Por favor lean esto antes de leer el capítulo!

DISCULPEN LA GRAN DEMORA! No me maten pero hace una semana y algo yo ya tenía una parte del capítulo hecho, y luego fue mi cumpleaños el lunes, y ese día (que era el que planeaba subirlo y peidrles como regalo sus votos y cometarios) me fue imposible continuar, y yo que pensaba que tendría tiempo! Toda esa semana se me hizo imposible y luego viajé el viernes y volví ayer a la noche. 

HOY GRACIAS A YISUS, ESTOY INSPIRADA. Y me fue facilísimo escribir, y ahora seguiré escribiendo, solo que no podía hacerles esperar más.

Espero lo disfruten y me perdonen, los adoro! Perdón por no responder últimamente, estaba sin internet en el celular! 

Capítulo 21: Quizás haya sonado como BUEY TU MACH a novia celosa.

—Hola Rossana, hola Estela —saludó él.

Yo seguí riéndome con Estela como si fuera que no lo había escuchado. Ella le respondió y me miró como para que dijera algo, lo cual por supuesto no surtió efecto en mi sensual libro-violadora persona.

Me acomodé bien en las amplias escaleras, con los codos sujetándome a cada lado de mi cuerpo en una posición relajada,  y las piernas estiradas, cruzadas ya que llevaba pollera. El sol daba en mi cara, pero no era molesto, más bien solo necesitaba una buena música de verano para completar la facha.

Aunque bueno, el uniforme lo caga todo.

—Hola Rossana —repitió él resaltando cada sílaba.

Miré a lo lejos, ignorándolo.

—¿Estela me podes explicar por qué tu parabatai me está aplicando la ley del hielo?

Estela abrió la boca para decir algo, pero no le di oportunidad.

—¿Estás seguro que no quieres ir mejor con otra persona? —le pregunté con una sonrisa de labios pegados en la cara, escrutándolo con la mirada.

—¿Eh?

—No sé, ¿por qué no se lo preguntas a tu amiga?

Okay, eso quizás haya sonado como BUEY TU MACH a novia celosa. Pero todos sabemos que ese no es el caso.  ¿Verdad Travis?

Oh sí, sí, que bien suena: “Señorita Rossana de Maddox”.

Bueno, tal vez no quede tan bien…

¡MENTIRA! ¡MENTIRA! ¡Intentan meternos cosas en la cabeza para que no terminemos juntos! No los escuches Travis.

 —¿De qué hablas Rossana? —Sus ojos moho, (sí, ahora son moho, me importa una mierda) me observaron molestos esperando una respuesta.

Putos ojos moho.

Me senté derecha de golpe al iniciar mi respuesta.

—Ah no, cierto, cierto, hoy ya no hay recreo compartido. —Fruncí los labios, negué con la cabeza  y pegué con mi mano derecha mi rodilla izquierda. Qué gran actuación irónica—. Tendrás que buscarla más tarde.

Giré la cabeza con una sonrisa hacia Estela al escuchar el silencio de Angelo, y me encontré en soledad.

Maldita abandonadora de mejores amigas.

—AH —exclamó él captando finalmente lo que le decía—. ¡Esa nena! —soltó…  ¿fastidiado?

Wow. “Nena”. Vaya que tú eres mucho más mayor.

—Esa nena.

—Qué mujer más pesada —se dijo a sí mismo para luego mirarme—. Te prometo que vos sos un ángel fangirl a su lado.