—¿ESTÁS segura, ma?—me coloqué en el marco de la puerta y arqueé mis cejas.
No paraba de apurarse y apurarnos a todos, algo que me hacía poner de malhumor.
Dejó de colocar cada souvenir en la mesa que había en el patio y me miró seria.—Vamos a hacerle la fiesta igual a tu hermano—sentenció—. Si tu papá quiere aparecer que lo haga, pero yo no voy a cancelar todo.
Bajé la vista a mis converse y tragué saliva.
—¿Crees que venga?
Mi mamá me miró con una mueca de tristeza y sacudió su cabeza.
—Ayúdalo a Giuli, Estefi.
La miré unos segundos y terminé asintiendo, lo mejor era ya no hacerla enojar. Bastante lo estaba con el infeliz de mi papá.
Hace meses que veníamos organizando esta fiesta sorpresa para mi hermanito por sus seis años, pero no iba a ser una celebración muy linda si mi papá no contestaba nuestras llamadas. Y cabe aclarar que estuvo en línea toda la mañana que lo estuvimos contactando. Ya no sabíamos que esperarnos de mi papá, el perdón le iba a costar bastante caro por mi parte y por la de mi mamá. Mis otros dos hermanos ni se preocupaban de su ausencia, y mi hermana mayor nunca nos llamaba.
Salí al garaje a ayudar a Giuliano, mi hermano de quince años, a descargar las decoraciones que mi abuelo se había encargado de traer en su auto. Pero al llegar no estaba por ningún lado.
—Estefi no me mates—dijo mi abuelo Víctor con pena—, pero hicieron cagada.
Fruncí mi ceño confundida y miré el baúl junto él, ahí supe que iba a explotar de tantos insultos que llegaron a mi cabeza. Intenté soltarlos, pero decidí morder mi labio y hacer mi mano un puño.
—¡Decoraciones de funeral!—grité indignada—. ¿¡Cómo pueden confundir el cumpleaños de un nene con un funeral!?
Tomé la caja con bronca e intenté tanquilizarme, y qué tarea difícil.
—¿Qué hacemos?—preguntó mi abuelo con una mueca—. No vamos a usar estas cosas para decorar.
Lo miré obvia y suspiré.
—Lo mejor es no decirle nada a mamá—dije—. Voy yo a reclamar y vos distráela.
Mi abuelo me levantó su dedo pulgar con una sonrisa, y estuvo por salir de la habitación hasta que lo interrumpí.
—¿Y Giuliano?
—Salió con una morocha—se rió un poco para al final retirarse.
Rodeé mis ojos y salí de casa enojada, justo en el momento en el que más lo necesitaba él se iba a conquistar minas.
Caminé dos cuadras hasta llegar a la plaza de mi barrio, y justamente cuando estaba por cruzar a la esquina del lugar de las decoraciones apareció mi hermano con los labios rojos como un payaso.
—¿Vos querés ser el guasón o qué?—me reí amargamente—. ¿Por qué te fuiste Giuliano?
—¿Qué haces acá?—miró a todos lados, seguramente buscando a nuestra madre.
—Se confundieron con nuestro pedido—le señalé la puerta de la tienda con mi cabeza—. ¿Me abrís la puerta?
Entramos al lugar y dejé la caja sobre el mostrador mientras mi hermano tocaba la campanita insistentemente. Y es que el lugar estaba más vacío que mi cerebro en matemáticas.
ESTÁS LEYENDO
tan bien 彡 REPLIK
Fanfiction𝑻𝑨𝑵 𝑩𝑰𝑬𝑵. ❛ ahora pretendes volver y que sea como antes, pero yo estoy puesta pa' lo mío ❜ splendorousbabe ©