tan bien 彡 REPLIK

[05] EN MARCHA

—¿QUÉ haces?—me crucé de brazos y vi que mi hermana mayor husmeaba en busca de leer las notificaciones de mi celular.

—Nada...Nada.

Sí seguro, nada.

niño diccionario:
ando medio bajón 16:46
¿tenés algo que hacer hoy? 16:48

Leí la notificación de su mensaje como por treinta minutos, siempre me había costado hacer planes con chicos. Antes de siquiera juntarnos yo ya pensaba en todos los temas por hablar y así no aburrirlo.

Suspiré y me armé de valor para responder.

💋:
estoy con la gede de mi hermana,
la morocha con la que me viste
discutir en el cumple 17:18

niño diccionario:
uh, ¿y cuándo se va? 17:20

💋:
eso mismo me pregunto yo 17:21
si querés vení a casa, no va
a decir nada si es que venís 17:23

Bueno, seguramente no nos deje ir a mi habitación y sea capaz de ponerme un candado en mi jean con tal de que no se atreva ni a tocarme.

niño diccionario:
en un rato estoy allá 17:30

  Me levanté del sillón de un tirón y corrí a buscar ropa más decente, no era tan caradura de recibirlo en pijama que además era un camisón de hello kitty. Y por más que lo usaba a mis diez años no lo podía dejar, era muy tierno y sobretodo cómodo.

  No me iba a poner un vestido de gala sólo porque él venía, así que sólo me puse un vestido blanco y mis converse del mismo color. Amaba las converse chuck taylor, básicamente vivían pegadas a mis pies.

   Peiné mi pelo a un lado y agradecí habérmelo planchado, no tenía rulos pero las ondas que se me hacían después de levantarme no pegaban nada con lo lacio.

  En el momento en el que me puse mi perfume, tocaron el timbre y bajé corriendo. Claro que sin esperar haber llegado tarde, porque mi hermana ya estaba escrutando con la mirada a Manuel.

     —¿Qué hace él acá?—me preguntó seria mientras yo caminaba con tranquilidad.

—Lo invité yo, ¿No puedo?

—No me avisaste nada.

—¿Y por qué te tengo que avisar, Trinidad?—cuestioné—. Esta bien que llegaste hace unos días, pero mamá me deja invitar a quien quiera; y si ella me deja no necesito tu permiso.

   —¡Trini!—la llamó Joaquin desde el baño, salvándome literalmente de su mirada infernal.

    —A tu pieza no van, se quedan acá abajo—nos comunicó—. Donde pueda verlos bien de cerca—se dirigió a Manu—. Cuando vuelva mamá vamos a hablar de esto.

  ¿Y esta? Tres días en casa y ya se creía la jefa. Extrañaba cuando no nos llamaba y ni nos visitaba, así estábamos mejor.

   Se fue haciendo sonar sus tacones y rodeé mis ojos, abriéndole la puerta a Manuel con una sonrisa.

    —Manu—le sonreí amablemente.

   —Cielo—besó mi mejilla y se hizo a un lado dejándome ver a su primo—, traje a Juli ¿No te jode? Es que no tenía con quién dejarlo.

  —¿Cómo me va a joder?—me reí y le choqué mis cinco al nene—. Hola Juli, cuando te vea Coco se va a poner contento.

  Pocas veces llamaba a Joaquin así, es que cuando lo hacía ponía la misma expresión amenazante que tenía Trinidad.